"El riesgo de contagio es evidente" y crece a medida que se tarda en encontrar una "solución" para Grecia que "calme a los operadores y a los mercados", ha afirmado el comisario de Competencia en una conferencia en la Universidad de Alcalá de Henares.

En concreto, ha recordado que Irlanda y Portugal están sometidos a programas específicos de ayuda, mientras que otros como Italia, España y Bélgica pueden tener en el futuro "problemas de liquidez y de solvencia" que precisan una "barrera de protección".

El "instrumento" clave para crear esta barrera es el fondo de rescate europeo (EFSF), que debe dotarse de instrumentos que le hagan "creíble", ha afirmado.

Por este motivo, ha confiado en que antes de la reunión del G-20 en Cannes (Francia), en las sucesivas citas de responsables de la eurozona, empezando por la del Eurogrupo de esta tarde, "la situación griega vaya poco a poco encontrando las respuestas urgentes que precisa" y que ya fueron aprobadas el pasado junio.

A su juicio, si se constata que las autoridades griegas están cumpliendo las condiciones del programa de ayuda "lo lógico" es que se desbloqueen los 8.000 millones de euros del segundo tramo de ayudas al país heleno.

Para el comisario, "afrontar ajustes en los países con déficit será imprescindible durante años" y requerirá "tenacidad y esfuerzos prolongados", que podrían estar apoyados por los países con superávit si éstos deciden utilizarlos para crear demanda y actividad, ha apuntado.

Además, ha insistido en que "la lentitud e ineficacia en la toma de decisiones se agrava con la tendencia al intergubernamentalismo, y al intento de algunos países de tomar ellos decisiones en ausencia de los demás y de las instituciones", ha lamentado Almunia.

El comisario ha reconocido que "Alemania toma decisiones con más lentitud de lo aconsejable" y ha subrayado que de haberse adoptado antes determinadas políticas "la dimensión de los problemas a abordar no hubiera sido tan grande".