Mientras la economía de Alemania sigue luchando para mejorar su débil recuperación a la cabeza de la Zona Euro, una segunda señal de debilidad ha llegado hoy con la publicación de los pedidos de fábrica para el mes de agosto. En concreto, los pedidos ajustados estacionalmente y por inflación han registrado una caída inesperada del 0,3%, aun después de la mejora en la revisión del dato anterior a un descenso del 1,9%, de la contracción inicial del 2,7%. El consenso esperaba un crecimiento del 1,2% en la cifra de agosto.

El dato de los pedidos industriales llega después de que se conociera esta mañana que las exportaciones del país germano para el mes de agosto, aunque han registrado una recuperación, muestran que el crecimiento ha subido menos de lo esperado. En concreto, las exportaciones han avanzado un 1,0% intermensual, tras la cifra revisada del dato anterior de un descenso del 0,8%. Los analistas anticipaban una expansión del 1,5%.

En este contexto, la BGA, mayor federación de mayoristas, comercio y servicios exteriores de Alemania, ha recortado su previsión de exportaciones en 2013 hasta un crecimiento “por debajo del 1%”, frente al 3% anterior. Su presidente, Anton Börner, ha explicado a Reuters que hay “muchos factores” que ralentizan a las empresas germanas, como las turbulencias en Oriente Medio, la paralización parcial del Gobierno en Estados Unidos, las señales de problemas financieros en los mercados emergentes o la debilidad en la Zona Euro. “Si las cosas van mal, habrá un estancamiento en el mejor de los casos. Si se resuelven, podríamos tener un crecimiento respetable”, ha comentado.

Según la previsión más reciente del Bundesbank, del pasado 23 de septiembre, el PIB de Alemania crecerá un 0,3% en 2013, con una mayor expansión del 1,5% en 2014. El país germano publicará los datos preliminares del PIB para el tercer trimestre el próximo 22 de noviembre.

J.M.