Nouriel Roubini, presidente de Roubini Global Economics y conocido por el mote “Dr. Doom” (Dr. Bajista), se muestra “menos pesimista” en sus “previsiones” para 2014, pero Barry Ritholtz, columnista de Bloomberg, advierte que hay peligro en confiar en los supuestos “gurús” que en realidad son “one trick ponies” (expresión en inglés que se traduce literalmente como “caballito de un truco” y se utiliza para describir a una persona que tiene éxito en una sola ocasión).

PREVISIONES DE ROUBINI PARA 2014

El menor nivel de pesimismo de “Dr. Doom” sobre este año es evidente al declarar que “los riesgos de cola serán menos prominentes en 2014”. Su explicación, sin embargo, que “la amenaza, por ejemplo, de una implosión de la Zona Euro, otro cierre del Gobierno en Estados Unidos o una pelea sobre su techo de deuda, un aterrizaje duro en China o una guerra entre Israel e Irán debido a la proliferación nuclear, será mucho más tenue”, tampoco revela grandes novedades. Su observación sobre la existencia de un “riesgo inminente de un estancamiento duradero en muchas economías avanzadas” tampoco sorprenderá al mercado. Entre los riesgos para la Zona Euro, Roubini apunta que “sus problemas fundamentales siguen sin resolverse: bajo crecimiento potencial, alto desempleo, niveles de deuda pública todavía elevados y creciendo, pérdida de competitividad acompañada de una reducción lenta de los costes laborales por unidad y exacerbada por un euro fuerte y el acceso al crédito extremadamente limitado debido al desapalancamiento de los bancos. Mientras tanto, el progreso hacia una unión bancaria será lento, a la vez que no se tomarán medidas a favor del establecimiento de una unión fiscal, a pesar de que la fatiga por la austeridad y los riesgos políticos en la periferia de la Zona Euro crezcan”. La pregunta que surge de estas “previsiones” es si hay algo en ello que el inversor medio no sabía ya.

LA FAMA DE ROUBINI

Roubini, vivió la cima de su particular "carrera mediática" al ser “la persona” que predijo la última crisis financiera, y lo siguiente es su famoso comentario en un discurso en el Fondo Monetario Internacional (FMI) en septiembre de 2006:

“Mi preocupación hoy en día es que el estallido de la burbuja inmobiliaria -aún no lo hemos visto- va a llevar a problemas sistémicos más generales en el sector bancario. Va a comenzar con los prestamistas subprime -ya tienen problemas debido al aumento en la morosidad y los embargos de viviendas- y luego pasará a afectar a otros bancos y entidades en todo el país”.

Los expertos de Economic Predictions Research Project (EPRP), grupo de investigación que realiza estudios exhaustivos sobre las previsiones de los “gurús” de Wall Street -e incluso analiza su exactitud con adjetivos como “verdadera”, “falsa” o “parcialmente correcta”- califican la susodicha previsión como “asombrosamente correcta”. De ahí la fama mediática de Roubini.

Desafortunadamente, poca atención se prestó a todas las previsiones de Roubini, incluso las vertidas en el mismo discurso en el FMI, que no se cumplieron. Entre las predicciones de Roubini estuvo la que hablaba de una recesión en 2004, 2005, 2006 y 2007. Acertó a la quinta. Ritholtz enumera otros errores: la previsión de la corrección en la bolsa de Nueva York en la segunda mitad de 2013 que, al contrario, en palabras de este comentarista, “terminó siendo un año de máximos históricos en 52 sesiones distintas en un mercado con ganancias anuales del 30% y todo sin una corrección”, o el aviso de que el comienzo del tapering será “traicionero” y causará inestabilidad financiera.

RECOMENDACIONES DE INVERSIÓN

El consejo de Ritholtz es el siguiente: “La experiencia nos recomienda evitar las previsiones futuras de cualquier 'gurú' que acierta una vez con algún pronóstico atípico. Las siguientes previsiones suelen ser menos correctas que las del consenso. Hay montones de one-trick ponies por todas partes”.

EPRP va más allá en su estudio exhaustivo sobre Nouriel Roubini. Destaca que hay al menos otros tres expertos que también acertaron en su previsión de la crisis: Dean Baker el 21 de julio de 2005, Med Jones el 2 de junio de 2006 (ambos antes de Roubini) o Peter Schiff el 16 de diciembre de 2006.

En cualquier caso, casi al final de su informe, estos expertos llegan al quid de la cuestión: “¿Qué exactitud tienen las previsiones económicas de Roubini? ¿Podemos fiarnos de ellas para invertir? Bien, si siguieras el consejo de Roubini en torno a su previsión sobre la burbuja inmobiliaria podrías haber ganado mucho dinero o, al menos, haber evitado muchas pérdidas. Por otro lado, si siguieras sus otras previsiones, habrías perdido mucho dinero”.

La moraleja para el inversor viene en la “conclusión de la investigación” de EPRP:

“Está claro que Roubini trabaja basándose más en su intuición que en un modelo científico. Es un hecho que la intuición tiende a fallar, aunque, a veces, acierta. No se puede dirigir una economía ni llevar una cartera de inversión basándose sólo en la intuición. Esto explica porqué tantas predicciones de Roubini no se cumplieron e incluso las que fueron correctas, estaban equivocadas en la fecha.

Aun cuando un economista o un experto en un sector o un campo ha tenido razón una o varias veces, la complejidad y el número de variables en la economía hace que sea casi imposible acertar siempre. Por lo tanto, el valor de estas previsiones es enterarse de los diferentes riesgos. Sólo recomendamos que saques tu propia conclusión en vez de seguir la suya”.

Jason Martin