La agencia de calificación china Dagong ha recortado el rating de Estados Unidos hasta “A-” desde “A” a pesar del acuerdo in extremis para elevar el techo de deuda, reabrir el Gobierno y evitar la quiebra técnica. Dagong argumenta que la “superestructura” de Washington es “incapaz” de resolver sus problemas con la deuda nacional.

En el mercado se recuerda que Dagong no es una de las agencias de calificación de referencia (Fitch, S&P y Moody's ostentan dicha posición), pero este recorte muestra que Pekín está preocupada por la situación de las finanzas americanas. China es el mayor acreedor de Estados Unidos.

Republicanos y Demócratas alcanzaban esta madrugada un acuerdo sobre el techo de deuda, evitando así la quiebra técnica de Estados Unidos, y sobre el shutdown que mantenía a la Administración trabajando a “medio gas”. Una “patada hacia delante a la americana” que, por el momento, lo único que hace es trasladar el problema en el tiempo. Las partes han pactado que el Tesoro pueda financiarse hasta el 7 de febrero y que la Administración tenga presupuesto para trabajar hasta el 15 de enero (con pago retroactivo para las dos últimas semanas de “cierre” gubernamental). Además, han convenido que Senado y Congreso deben aprobar un nuevo presupuesto para el 13 de diciembre y el mantenimiento del Obamacare y el Sequester (con recortes de gastos a principios de 2014).

“Incluso aunque no cambia nada, por el momento tenemos un respiro y podemos descartar la posibilidad de un default, al menos antes del nuevo año (…) Los inversores pueden centrarse ahora en los fundamentales económicos. Europa está mostrando señales de que lo peor ha pasado y la visión bajista sobre China se va alejando”, explicaba Toby Lawson, estratega de Newedge Group.

En el mismo sentido, desde Link Securities destacaban que el acuerdo “fue aprobado en ambas cámaras por los votos demócratas con el apoyo de algunos republicanos. De hecho, en la Casa de Representantes, la mayoría de los republicanos votaron en contra al considerar que no se recogía en ella ninguna de sus demandas. Políticamente se puede hablar de una victoria del presidente Obama ante los republicanos, aunque haya jugado con fuego (…) El problema es que dentro de unos meses la cuestión tendrá que volver a negociarse y volveremos a las mismas”.

Para los mercados, coinciden con Lawson, el pacto es “un alivio temporal importante que permitirá a los inversores volver a centrarse en lo verdaderamente importante: la marcha de las economías mundiales y los resultados de las compañías cotizadas”. Aunque hoy podrían producirse retrocesos merced a la máxima de “comprar con el rumor y vender con la noticia”, la firma considera que “la solidez que vienen mostrando las bolsas en las últimas semanas nos hace pensar que mantendrán el buen tono por el momento”.

Por su parte, los analistas políticos de Citi prevén “mas tensiones políticas en el horizonte (…) Las posiciones están tan enfrentadas que podrían afectar a la visibilidad de la recuperación”, y recuerdan que S&P estimó ayer en 24.000 millones (1.500 millones por día) las pérdidas por el cierre de la Administración. La agencia prevé un impacto cercano para el PIB de 0,6 puntos desde el 3% anualizado esperado inicialmente para el cuarto trimestre en septiembre. Mientras, Bill Gross, de PIMCO, cifró el coste de la tensión en la deuda en 5/10 puntos básicos en tipos.

S.C./M.G.