Pasado el 25-M, ahora ya no está tan claro que el candidato que el Partido Popular Europeo (PPE) a la presidencia de la Comisión, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, vaya a ser el elegido por la formación para la votación del Parlamento Europeo que debe elegirle. Ha participado en los debates electorales cara a cara con el candidato socialista Martin Schulz y ha hecho campaña respaldado por los líderes conservadores de cada país miembro, pero ahora, pasados los comicios, una de sus principales valedoras, la canciller alemana Angela Merkel pone en cuarentena su candidatura.
“El PPE es el partido más fuerte del Parlamento Europeo y Jean-Claude Juncker es nuestro candidato, pero ningún partido tiene mayoría por sí solo en el Parlamento Europeo, así que tenemos que mirar a un panel más amplio de personas adecuadas”, declaraba ayer en la rueda de prensa posterior a la reunión informal de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE). Juncker se enfrenta además a la oposición de los primeros ministros de Reino Unido, David Cameron, y de Hungría, Viktor Orbán. El Parlamento tiene que elegir al candidato por mayoría, si ningún candidato la logra, el Consejo propondrá en el plazo de un mes, por mayoría cualificada, a uno nuevo candidato, que será elegido por la Eurocámara por el mismo procedimiento.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, salió del encuentro de anoche con el mandato de diseñar la agenda estratégica de la UE para los próximos años, para la que dijo haber recibido ya contribuciones de seis países de la Unión.
M.G.