En términos globales, Manuel Arroyo asegura que están "rebajando algo las estimaciones de crecimiento para el resto del año. El crecimiento global para el 2011 va a ser de entorno al 4%,
a pesar de que es un poco pronto para hacer esta previsión."

Su apuesta por la renta variable viene desde hace más de dos años. " El mercado lo ha hecho bastante bien y con unos tipos de interés a mínimos históricos, deuda soberana elevada, vemos que la mejor alternativa sigue siendo la renta variable. En este sentido, apostamos por emergentes y algunas economías desarrolladas con posibilidad de invertir en el crecimiento global." Y es que "la deuda soberana está cara. Está dando una rentabilidad de aquí a diez años en el entorno del 1%. Tanto en renta variable como en rentabilidad por dividendo es mayor. Preferimos apostar por otros activos que ofrecen más atractivos."

Mientras tanto, la apuesta sigue siendo clara por Estados Unidos. "Es la economía desarrollada que más ha crecido y posiblemente la que más va a crecer en los próximos meses", sostiene Arroyo. "Tenemos todavía que medir la repercusión de los precios del crudo sobre su crecimiento. Vamos a ver ciclos de expansión del crecimiento global tanto en Estados Unidos, como Europa y Japón, en la segunda mitad del año en su caso. Es cierto que EEUU tiene problemas, pero también lo es que se han implementado políticas monetarias más agresivas, la FED mantendrá su política de compra de activos hasta junio y tampoco esperamos medidas fiscales que vayan a perjudicar el crecimiento. Seguimos pensando que va a continuar creciendo."

Aún así, JP Morgan AM, "acaba de adoptar una posición un poco más neutral en Estados Unidos, ahora simplemente vemos que hay quizás más posibilidades en Europa. Nosotros estamos largos de dólar, en términos de una cesta de divisas, el dólar está en el punto más barato de los últimos años. En el momento en el que se recupere el mercado laboral estadounidense veremos subidas de tipos y esto va a favorecer al dólar."

Y entre tanto, Europa se mantiene sin sorpresas en cuanto a cuál es su mejor activo: Alemania. "Ahora mismo cuenta con la menor tasa de paro desde los 90 y Francia cuenta con buenos indicadores y, sobre todo, los mercados están baratos. No solamente se benefician de un crecimiento del consumo doméstico, sino, además, de emergentes. En carteras donde estamos destinando mayor presupuesto de riesgo es en mercados emergentes. Estamos volviendo a apostar por economías como China o Brasil, con una macro mucho más saneada, con tasas del crecimiento que rondan el 7%, están llevando a cabo inversiones en infraestructuras y, en definitiva, esto se traslada a oportunidades de inversión a medio-largo plazo."

China, por su parte, ha vuelto al mercado, en tanto que su "ciclo de endurecimiento de tipos ha llegado a su fin y como mucho hará una o dos subidas más. Continúa con su política de expansión. El mercado había mostrado cierta preocupación, el año pasado no lo hizo bien."

Todo ello con el contexto de fondo de una escalada vertiginosa -y conocida ya- de los precios del crudo. "Lo que pensamos es que se va a mantener a niveles elevados durante un largo tiempo. Lo más preocupa son las tensiones entre Arabia Saudí e Irán. Lo importante es determinar su impacto sobre el crecimiento global. Comparado con crisis anteriores, sería necesario que el petróleo se mantuviera en esos niveles por dos años, que se produjeran, al tiempo, subidas de tipos para provocar una recesión económica. No contamos con que vaya a haber una recesión", sentencia Arroyo. Además, no recomienda en absoluto las denominadas 'soft commodities' donde  "ha habido un repunte de precios y esto se debe por malas cosechas. Estos repuntes suelen tener una duración muy corta de tiempo. Vemos, por ejemplo, que en Estados Unidos la producción de maíz es la mayor de la historia. En definitiva, no es que no sea una buena inversión, sino que tiene un componente volátil y muy cíclico ligado a cambios meteorológicos. Sin embargo, sí que nos gustan más las materias primas con un desajuste estructural entre la demanda y la oferta, como el petróleo o los metales."