El S&P 500 ha bajado un 8% desde el máximo histórico alcanzado el 2 de septiembre y bajó hasta un 11% en el mínimo intradía del jueves. La caída de esta semana se produjo cuando los casos de coronavirus tanto en Europa como en EEUU han sido muy elevados y mientras que las esperanzas sobre un nuevo acuerdo para aprobar un nuevo paquete de estímulo económico entre demócratas y republicanos se desvanece.
El sector energético tuvo la mayor caída porcentual esta semana, un 8,6%, seguido de una caída del 4,6% en el sector de materiales y una disminución del 4,2% en el financiero.
Aún así, tres sectores terminaron la semana en positivo: tecnología, que aumentó un 2,1%, consumo discrecional y los servicios públicos de los consumidores, un 1,2%.
La caída de la energía coincidió con una disminución en los precios de los Futuros del petróleo . Entre los más perjudicados del sector, las acciones de Halliburton cayeron un 14% mientras que National Oilwell Varco se desplomó un 19%.
Entre las acciones de las compañías del sector financiero, los más afectados fueron Citizens Finl Gr que cayó un 10% y Unum un 9,9%.
El sector tecnológico terminó en positivo por el aumento de la demanda de sus productos durante la pandemia. Las acciones de Lam Research subieron un 7,5%.
La próxima semana, todas las miradas estarán puestas en los datos de las nóminas de septiembre. El informe de empleo de ADP del miércoles, seguido de los datos de empleo semanales del jueves y las nóminas mensuales no agrícolas del Departamento de Trabajo y la tasa de desempleo el viernes. Otros datos clave son el gasto de los consumidores del jueves y los pedidos de fábrica de agosto que se publicarán el Viernes.
Fuente SPDR
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