La administración Trump está presionando a Arabia Saudita para que retrase su plan de inundar el mercado petrolero. Al desatarse la guerra de precios con Rusia, hizo que los precios del petróleo cayeran los niveles más bajos en 20 años.
La caída de precios petróleo WTI coincidieron con las caídas de la bolsa y arrastraron en su caída al sector de energía del S&P 500 como se puede observar en la imagen.
Fuente FT
Los líderes del (G20) que representan a las 20 economías más importantes del mundo, se reúnen hoy por videoconferencia para discutir el impacto del coronavirus en la economía y para ver cómo podrían coordinar respuestas a nivel global ante la pandemia del coronavirus.
En Washington quieren que en esta reunión, dirigida por Arabia Saudita, se inicie un debate sobre la necesidad de poner fin a una guerra de precios que ha sido perjudicial para los productores estadounidenses y que ha dañado a los bancos estadounidenses que los respaldan.
El secretario de Estado Michael R. Pompeo habló ayer con el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman Al Saud, y ambos expresaron su profunda preocupación por la pandemia del coronavirus y la necesidad de que todos los países trabajen juntos para contener la pandemia. Se centraron en la necesidad de mantener la estabilidad en los mercados mundiales de energía.
Reunión del G20 por videoconferencia
El Secretario como líder del G20 destacó que, Arabia Saudita tiene una oportunidad real de estar a la altura de las circunstancias y tranquilizar a los mercados mundiales de energía y financieros, en momentos en los que el mundo se está enfrentando a una grave incertidumbre económica.
Los precios del petróleo se han desplomado desde que Rusia y Arabia Saudita no lograron llegar a un acuerdo para recortar la producción, en respuesta a una disminución sin precedentes de la demanda de petróleo provocada por la pandemia de coronavirus. El colapso del mercado ha puesto en peligro cientos de miles de puestos de trabajo, eliminó decenas de miles de millones de dólares en gastos de capital y amenaza con llevar a la quiebra al 70% de los perforadores de esquisto de EE. UU.
¿Una verdadera oportunidad?
La opinión de Estados Unidos es que el exceso de petróleo agrava una perspectiva económica ya difícil y quiere que todas las naciones trabajen juntas para tranquilizar a los mercados de energía, según un funcionario que pidió no ser identificado, quién afirmó: “Ya han tenido lugar varias negociaciones con altos funcionarios sauditas”.
"Esta diplomacia es importante", dijo Jason Bordoff, director del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia y ex funcionario del petróleo en la Casa Blanca, y añadió: "Las administraciones republicanas y demócratas de la Casa Blanca han pedido a Arabia Saudita que ayude a la economía global durante las crisis, y en el pasado han respondido".
Se espera que el petróleo e discuta en la convocatoria del G20, al menos como parte de las discusiones sobre la economía en general, según una persona familiarizada con la situación.
Postura de Arabia Saudita
La guerra de precios se desató después de que Arabia Saudita no lograra convencer a Rusia de acordar recortes de producción más profundos para la alianza OPEP+. Hasta ahora, el pensamiento en Riad, que es el principal centro de negocios de Arabia Saudí, sigue siendo que solo un recorte de la producción colectiva, puede ayudar a estabilizar el mercado energético.
A pesar de la presión, Arabia Saudita actualmente no tiene intención de cambiar de rumbo, según han indicado algunas fuentes familiarizadas con la situación, especialmente desde que Trump celebrara públicamente la caída de los precios de la gasolina y aún no haya mostrado su disposición a ayudar a reducir la producción de petróleo que fluye de las formaciones de esquisto de Estados Unidos.
La magnitud de la sobreoferta es tal que Rusia y Arabia Saudita tendrían que detener por completo toda su producción para equilibrar el mercado. La principal empresa de comercialización de petróleo , Vitol Group, pone el exceso en este momento en unos 20 millones de barriles por día.
Esto ya ha ocurrido antes, Estados Unidos también intentó en 1986 convencer a Arabia Saudita de que abandonar una guerra de precios sobre el petróleo. En ese momento, el presidente Ronald Reagan envió al entonces vicepresidente George HW Bush a negociar, pero Bush no pudo convencer a los árabes y la guerra del precio del petróleo se prolongó otros seis meses más.
No es en absoluto exagerado decir que la industria petrolífera se enfrenta a la crisis más grave de los últimos 100 años. A medida que las economías mundiales se van frenando, a causa de los bloqueos y aislamiento, la industria se enfrenta al hecho de que la demanda de combustible caerá más rápido que nunca.
Los precios ya se han reducido a la mitad aproximadamente desde el comienzo de este mes, ya que las aerolíneas se han quedado en tierra y millones de pasajeros tienen limitados sus movimientos.
En tiempos normales, el mundo consume unos 100 millones de barriles por día. Tal es la magnitud del colapso de la demanda que corre el riesgo de eclipsar la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, que están inundando el mercado con barriles innecesarios después de caer como consecuencia de la crisis.
Tal es la situación que en el mar, los superpetroleros están funcionando como buques de almacenamiento de emergencia, los cuales podrían llegar al límite de su capacidad a final del verano. El respiro vendrá sólo cuando la producción de petróleo disminuya o cuando empiecen a quebrar las compañías más pequeñas.
Los campos petrolíferos no se pueden apagar y encender como si fueran un interruptor de luz. El costo y el riesgo de cerrar la producción activa es más probable que conduzca a una guerra de desgaste.
El precio de las acciones de BRITISH PETROLEUM bajó más del 50% este año a un nivel no visto desde 1995. Exxon Mobil, una de las mayores empresas petroleras del mundo, ha perdido el 70% de valor de mercado en los últimos seis años.
Esta situación está afectando gravemente a todas las empresas petroleras:
Fuente Capital Markets (FT)
Si las perspectivas a corto plazo para la industria son, francamente, un infierno, posiblemente las perspectivas a largo plazo no sean mucho mejores. La pandemia podría dejar una marca en el crecimiento de la demanda de petróleo difícil de superar.
¿Cuál es la postura de Rusia?
La postura del Kremlin es bastante contundente, ya que ha dicho que no discutirá sobre el mercado petrolero en la reunión de jefes de Estado del G-20 por video conferencia utilizando como excusa que la pandemia del coronavirus es el principal tema en la agenda.
El portavoz del gobierno ruso, Dimitry Peskov, ha dicho: "petróleo no, pero es muy probable que discutamos sobre la crisis económica generada por el coronavirus".
Añadió que actualmente no hay una epidemia de coronavirus en Rusia y que la situación es mucho mejor que en muchos otros países.
En los últimos meses, parece que dos de los mayores productores de petróleo del mundo no estaban trabajando en la misma línea. Cuando Arabia Saudita quería una respuesta rápida al brote de coronavirus el mes pasado, el propio Rey Salman hizo una llamada al presidente Vladimir Putin para obtener su respaldo, pero la llamada fue en vano.
"Los rusos tenían una visión muy extraña del mercado", dijo una persona familiarizada con las negociaciones. "Durante toda la reunión dijeron: 'esperemos y veamos, esperemos y veamos', y dijeron que los precios ya habían disminuido en la medida en que disminuirían". Esto puso en evidencia que Rusia tenía a Estados Unidos en el punto de mira. El ministro de energía de Azerbaiyán intermediaba entre ambos países intentando hacer los esfuerzos finales para negociar algún tipo de acuerdo entre Novak y el príncipe Abdulaziz pero no lo consiguió.
En conclusión
No hay buenas expectativas de que se pueda solucionar el problema en el día de hoy, pero si tuvieran posiciones tomadas en los futuros de petróleo, extremen el cuidado en sus posiciones porque de llegar al menor acuerdo podría producir un rebote en el mercado de futuros de tal calibre que podría arruinar cualquier cuenta
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