Los mercados financieros no han reaccionado con verdadero pánico a la muerte del alto mando militar iraní Qasem Soleimani tras un ataque con drones ordenado por el presidente de los EEUU.
La rentabilidad del bono norteamericano a 10 años no ha superado la primera zona de resistencia, situada en torno a 1,975.
El S&P 500 no ha perforado el 3.200. Y eso a pesar de que los niveles de “sobrecompra” antes del ataque eran elevadísimos.
El DAX Xetra no ha perforado el 12.950.
Y el oro, aunque ha subido con fuerza, no se ha alejado de la zona de resistencia de los 1.557 dólares/onza.
Los inversores creen que nada de lo que sucede en el Medio Oriente importa porque los bancos centrales harán lo que sea necesario para respaldar las bolsas, a pesar de que este acto puede ser considerado como una "declaración de guerra" por parte de los estadounidenses hacia Irán.
Ahora bien, la realidad es que los bancos centrales pueden hacer muy poco si los riesgos geopolíticos se disparasen.
Si Irán lanzase un ataque con misiles contra las instalaciones petroleras de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, o contra la instalación nuclear israelí situada en el desierto de Néguev, poco podrían hacer los tipos de interés negativos de los bancos centrales, ni la monetización de la deuda pública emitida para financiar los gastos militares.
Por lo tanto, esa forma de pensar de los inversores es errónea.
Es indudable que EEUU ha cruzado una línea roja, pero ¿realmente Irán quiere en estos momentos una guerra con los EEUU?
En mi opinión, no. Irán no quiere una guerra real con los EEUU, incluso menos que los propios EEUU. Prueba de ello es que el gobierno de Irán ha respondido con amenazas esencialmente retóricas.
Al líder supremo Ali Khamenei sólo le interesa preservar su gran poder. Khamenei sabe que la guerra con los Estados Unidos impondría un alto costo en ambos lados, pero la factura de Teherán sería mucho mayor.
“Si vis pacem, para bellum”, si realmente deseas la paz, prepárate para la guerra. Esta frase se ha convertido en una expresión popular en el mundo militar, debido a la pistola "Parabellum". En la Academia General Militar de Zaragoza, el lema aparece inscrito a la entrada de la “Escalera del Cañón”, que es una emblemática zona del edificio principal de la Academia.
Pues bien, podemos decir que esto es lo que ha hecho Trump al ordenar el ataque contra Qasem Soleimani.
Este escenario parece más probable si tenemos en cuenta que Trump ha respondido a las amenazas del gobierno de Irán diciendo que "Tenemos en la mira 52 sitios iraníes, algunos de muy alto nivel e importantes para Irán y la cultura iraní".
Y finalmente no podemos olvidar que EEUU dispone en su arsenal militar del dólar, mejor que los aviones de combate fabricados por Lockheed Martin.
Por lo tanto, vamos a concluir que el riesgo de que se produzca una guerra salvaje entre EEUU e Irán es muy bajo.
De los dos conflictos que tiene EEUU en la actualidad: las disputas entre China son más importantes que la crisis con Irán.
Por lo que respecta al S&P 500, ha respetado el soporte de la zona 3.210-3.200.
Por lo que vamos a considerar como escenario más probable que la tendencia alcista continúa intacta, sin perjuicio de que haya iniciado un movimiento lateral.
¿Dónde se pueden encontrar los mínimos de ese movimiento lateral?
En mi opinión, lo más probable es que termine por perder el soporte de la zona 3.210-3.200, y que se encamine a la zona de los 3.175-3.156.
El DAX rebotó ayer al llegar al 12.950. Vamos a considerar ese nivel como una zona de soporte a corto plazo y que el precio va a desplegar un movimiento lateral por encima de esa referencia.
Ahora bien, vamos a considerar como escenario más probable que perfore el 12.950 y que se dirija a la zona de soporte de los 12.800-12.650.
Tras el resultado electoral, es indudable que España ha pasado a ser considerada como zona de alto riesgo económico. Por lo tanto, vamos a considerar como escenario más probable que el único comprador de deuda pública sea el Banco Central Europeo, y los fondos de inversión de alto riesgo, aunque sean calificados como de deuda pública soberana.
El futuro de España se oscurece cada día un poco más. Nuestro gobierno está perdiendo el tiempo y no está prestando atención, ni dedicando esfuerzos, a dos áreas vitales: influencia en Asia y las nuevas tecnologías. En su discurso de Navidad Boris Johnson dejó muy claro que iba a concentrar sus esfuerzos en esas dos áreas.
Por lo que hace referencia al IBEX, ha respetado su primer soporte significativo, 9.450, y ha rebotado. Es probable que, tras moverse lateralmente, vuelva a caer a la zona de los 9.400.
La gente en todas partes se está enojando, exige cambios y revolución en todo, no solo del sistema económico. Lo hemos visto en las calles de Hong Kong, España, Chile, Líbano, Francia, etc. Nos encontramos en un nivel de conflicto y agitación que no hemos visto en décadas, y es posible que solo estemos en las primeras etapas.
Por eso se están disparando las compras de oro, y en Londres las bóvedas de los bancos están llenas de oro.