Me despido comentándoles que temo un nuevo (y último) susto fundamentado en los Bancos y la valoración de sus carteras de deuda, por lo que no tengo mucha confianza en el actual rebote. Lamento, una vez más, no poder atenderles durante más tiempo. Intentaré no tener ningún compromiso posterior en la siguiente ocasión, para poder responder a todas las preguntas que me planteen. Gracias por su confianza.