George Soros lo tiene claro: dentro de muy poco tiempo se va a acercar un temporal que va a coger a muchos inversores desprevenidos. Por eso sus últimos movimientos no son casualidad. Se está preparando para un escenario correctivo muy fuerte que puede atizar a la renta variable mundial como sucedió a raíz de la quiebra del sistema financiero de Estados Unidos a partir de 2007 y que se constató con la bancarrota de Lehman Brothers el 15 de septiembre del 2008.


Tal y como apunta una información publicada en el rotativo norteamericano, el multimillonario húngaro está haciendo unos movimientos muy esclarecedores sobre cómo ve la situación en los mercados en la actualidad. De entre todos,
destaca la apertura de posiciones cortas en muchas compañías, la inversión en oro y mineras, algo que ya conocimos hace algunos días, y la enorme disminución de las acciones que tiene en cartera.

En este sentido, Soros, que ocupa el segundo lugar en la lista de los más exitosos gestores de fondos de cobertura de todos los tiempos, ha hablado públicamente sobre sus preocupaciones por la economía global. Recientemente dijo que el sistema financiero de China se encuentra en este momento "en una situación de inquietud similar a lo que ocurrió durante la crisis financiera en Estados Unidos entre los años 2007 y 2008". Por eso cree que lo más lógico sea que veamos un desplome de los mercados bastante acusado cuando su sistema bancario colapse.

Además en Davos a principios de año, dijo que el mundo mantiene incertidumbre que no sabe cómo manejar, y que él estaba apostando en contra de las divisas asiáticas y las economías vinculadas a las materias primas. Unas commodities que han rebotado suculentamente desde que marcara los mínimos en el mes de febrero pero que considera que van a volver a sufrir una dura agonía en los meses que están por venir.

Soros dio un paso atrás en los mercados hace bastante tiempo y su retorno a la inversión, además de esta manera, marca un fuerte cambio de tendencia. Hay muchos inversores que han seguido estas mismas pautas como son Carl Icahn, que recientemente aseguró que está deshaciendo posiciones de su cartera por cómo ve el entorno en estos momentos.

Que las manos fuertes como Soros estén tomando la decisión de apostar contra el mercado, de invertir en oro y de reducir su cartera es un síntoma de la preocupación que impera en los mercados. Dudas que abren el interrogante sobre si lo que está por venir en el futuro más inmediato es una corrección severa derivada por un crash.