Por ejemplo Leon Cooperman, de Omega Advisors lleva un descenso de más de un 12% este mes, lo que le deja el saldo anual en más de un 10% de caídas.
Por su parte
Daniel Loeb, uno de los más ricos y más reconocidos tampoco va a acabar en verde el mes, lo mismo que le ocurre a Bill Ackman, el activista que preside Pershing Square. Ambos acumulan caídas en lo que va de año y eso que esta industria había comenzado el año con buen pie y en positivo, al contrario de lo que había ocurrido en los últimos ejercicios.
Pero en esta ocasión las pérdidas no han sido sólo cuestión de falta de pericia, sino del repunte de la volatilidad en las últimas semanas. El lunes el Dow Jones sufrió un descenso de más de 1000 puntos en algunos momentos de la sesión, lo que ya es la mayor caída intradiaria de la historia. De hecho, muchos dicen que el lunes ha sido uno de los peores días para los gestores de fondos, hedge funds y traders desde la crisis.
Con todo, dicen los medios anglosajones que las caídas de la industria de los hedge funds ha sido menor que la del S&P 500 en lo que va de mes. Eso tiene sentido, ya que se cumple la máxima de que este tipo de vehículos suele comportarse mejor cuando los mercados caen. Así, mientras que el S&P acumula caídas de más de un 7%, la industria cae menos de un 5% en el mismo tiempo.
Al gestor que peor le está yendo es a David Einhorn, de Greenlight Capital. Su fondo cae más de un 10% en lo que va de año sobre todo por su apuesta por acciones como Micron y Sun Edison.
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