La inflación no da tregua en Alemania. La tasa armonizada, la comparable con el resto de países Europeos se mueve con avances del 6,5%, debido sobre todo al repunte que experimentan los precios energéticos del 5,7% en el séptimo mes del ejercicio, aunque el mayor impulso viene de la mano de los precios de los alimentos, que en tasa interanual sigue creciendo a doble dígito. En concreto en julio de 2023 se elevan al 11%.

A pesar de ello, moderan su avances desde el 13,7% registrado en el pasado mes de junio, en especial en los relacionados con la confitería que crecieron casi un 19% y el pan y cereales, un 16,6% mientras que la verdura se encarece un 15,7% en julio. 

Los dato indican que el repunte de julio pasa por medio punto porcentual de avance frente a junio, hasta ese dato armonizado con la eurozona del 6.5%. Ya en el caso de la inflación germana se eleva en tres décimas sobre el mes anterior hasta el 6,2%. Sin embargo, recorta desde el 6,4% interanual registrado en el mes de junio. 

Inflación en Alemania durante el mes de julio

En tasa interanual, los aumentos de precios fueron particularmente pronunciados para los combustibles sólidos (+12,8%) y el gas natural (+8,5%). Se registraron aumentos de precios por debajo del promedio para la calefacción urbana (+2,1%). Por el contrario, los precios de los derivados del petróleo cayeron considerablemente, un 7,8%, y en particular los precios del gasóleo de calefacción (-35,5%). Los combustibles para motores también cuestan menos que un año antes (-4,9%) a pesar del descuento en combustible del año anterior.

La buena noticia viene de la mano de la inflación subyacente que se coloca en el 5,5%, que se reduce tres décimas mensuales sobre el 5,8% que marcó el indicador sin alimentos frescos ni energía en el mes de junio.