A pesar de las expectativas iniciales de crecimiento, el turismo de EEUU experimenta una reducción significativa de visitantes, lo que representa una pérdida millonaria para el país y un beneficio inesperado para otros destinos que están sabiendo capitalizar la situación.

Los factores detrás de esta caída son múltiples. El contexto político, el fortalecimiento del dólar y la percepción de un entorno menos hospitalario para los viajeros internacionales han generado un efecto combinado que desalienta la llegada de turistas.

Esta dinámica está redibujando el mapa del turismo mundial y beneficiando a regiones que antes ocupaban un lugar secundario en las preferencias de los viajeros.

Las causas de la caída del turismo de EEUU

Según la Asociación de Viajes de Estados Unidos, a comienzos de 2025 se proyectaba que el gasto de visitantes extranjeros alcanzaría los 200.800 millones de dólares. Sin embargo, las cifras reales muestran una tendencia muy diferente.

El Consejo Mundial de Viajes y Turismo estimó en mayo que el gasto se reduciría a 169.000 millones de dólares, lo que implica una pérdida de más de 30.000 millones en comparación con las previsiones.

El impacto es especialmente visible en los países vecinos. En la primera mitad de 2025, las llegadas de turistas canadienses a Estados Unidos cayeron un 18% interanual, lo que se traduce en 1,75 millones de visitas menos.

El dólar fuerte encarece los viajes hacia el sur, mientras que iniciativas como el “Canada Strong Pass” han impulsado el turismo doméstico en Canadá, elevando la ocupación hotelera a niveles récord desde 2019.

Los principales beneficiados del cambio en los flujos turísticos

La caída en el turismo de EEUU está generando oportunidades para otros países. Canadá ha conseguido retener a sus viajeros gracias a campañas nacionales y a una mayor inversión en infraestructuras culturales y naturales. México y América Latina se han convertido en destinos alternativos para los canadienses, que prefieren volar hacia el Caribe antes que viajar a Estados Unidos.

De acuerdo con datos de Booking Holdings, México se ha posicionado como una de las principales elecciones de los viajeros norteamericanos. Al mismo tiempo, Europa y Oriente Medio están recibiendo una mayor afluencia de turistas, especialmente procedentes de Asia y de países europeos que han descartado viajes a territorio estadounidense. El turismo de EEUU, al perder atractivo, cede espacio a “nuevos corredores de viaje” que están reconfigurando el mercado internacional.

Europa y Asia como nuevas prioridades para los viajeros

Los europeos occidentales, que tradicionalmente encontraban en Estados Unidos un destino preferido, ahora optan cada vez más por viajar dentro del continente o hacia Oriente Medio.

 Este cambio está impulsado por la competitividad de precios, la cercanía y una mayor percepción de estabilidad. Según Tourism Economics, destinos como España, Turquía y Arabia Saudita registrarán aumentos históricos en comparación con 2019, sumando entre 14 y 16 millones de visitantes adicionales cada uno.

En paralelo, los viajeros asiáticos muestran un creciente interés por Europa y Oceanía. Una encuesta de Milieu Insight para CNBC a más de 6.000 turistas del sudeste asiático reveló que quienes reconsideran sus viajes a Estados Unidos priorizan destinos regionales, seguidos por Europa y Australia.

Este fenómeno refleja cómo el turismo de EEUU está perdiendo relevancia frente a opciones que se perciben como más accesibles y seguras.

El retroceso en la cuota del turismo de EEUU

Los datos históricos confirman esta tendencia. La participación de Estados Unidos en el turismo internacional global ha caído de forma constante en las últimas décadas, pasando del 8,4% en 1996 al 4,9% en 2024. Para 2025 se prevé que descienda aún más hasta el 4,2%, una cifra que, según los analistas, podría mantenerse durante la próxima década.

En comparación con 2019, Estados Unidos recibirá este año alrededor de 13 millones menos de visitantes internacionales, lo que supone un duro golpe para su industria turística.

La situación contrasta con países como Francia, España, Italia, Grecia o México, que registran incrementos sostenidos en llegadas y gasto de turistas. Este escenario evidencia que la pérdida de dinamismo en el turismo de EEUU no se debe únicamente a factores coyunturales, sino a una pérdida de competitividad estructural.

El turismo de EEUU aporta tradicionalmente millones de empleos y una importante fuente de ingresos fiscales. La caída actual no solo afecta a hoteles y aerolíneas, sino también a toda la cadena de valor asociada, desde restaurantes hasta museos y parques temáticos.