La vorágine financiera también, como ha ocurrido en todos y cada uno de los rincones de los mercados financieros, ha impactado de lleno en el pasado mes de marzo sobre el euríbor.Y es que, de su escalada vertical hacia el 4%, que en principio muchos estimaban como el nivel para buena parte del año y encararlo, como parecía, para el primer trimestre, hemos pasado a la subida más moderada que se registra en el indicador en el último año, un relato de la escalada de la guerra de Vladimir Putin y Rusia sobre Ucrania.
Si el cambio de sesgo en los tipos de interés a cuenta del efecto directo en el conflicto armado se ha saldado con una subida exponencial en el euríbor, la lectura positiva del mes de marzo es que la subida pierde fuelle al calor de la montaña rusa en la que se ha convertido el indicador, a la espera de la oficialidad del Banco de España, posiblemente hoy mismo.
Si el pasado 9 de marzo, el indicador diario rozaba el 4%, mientras se colocaba en el 3,978%, el avance se truncaba en los siguientes tres días, hasta bajar al 3,509% el día 14 y colocarse, el día 21 del mes, en su nivel más bajo, el 3,322%. La sucesión posterior de alzas y recortes se ha salvado con una media algo superior al 3,647%, que rompe tendencia. Así, según los datos oficiales del Banco de España la subida en los últimos 12 meses alcanza los 3.884 puntos.
Pero eso no significa, ni mucho menos, que no se siga produciendo, por un lado, un repunte frente al mes anterior, que cerró febrero en el 3,534%, ni, por el otro, que las hipotecas no se sigan encareciendo. Recordemos, además, que, en la comparativa, nos encontramos con que, en marzo del ejercicio pasado, de 2022, todavía los tipos se movían en negativo, por lo que la subida es de mayor cuantía en las hipotecas a un año a las que les toque revisión en estos momentos.
De hecho, el mejor de los casos, con una hipoteca nada elevada de unos 100.000 euros y un euríbor con diferencial del 1%, el pago adicional cada mes será de alrededor de 200 euros, que suponen al año un encarecimiento de la hipoteca del orden de los 2.400 euros por el mismo crédito hipotecario. A ellos seguro que nos les alivia la ralentización del euríbor cuando se enfrenten a lo que deben pagar adicionalmente cada mes.
¿Y ahora qué, cuál es el panorama para abril? Lo cierto es que todo surgirá de factores como la evolución de la inflación, que se modera por el efecto escalon, en la comparativa con el año pasado, pero que mantiene sus elevados niveles en el caso de la tasa subyacente en la eurozona, como vimos el pasado viernes. Los elevados niveles de hace un año contrarrestan la subida general, pero no aquella que se convierte en el núcleo duro que mira el BCE para subir o no los tipos.
Así que, si la tormenta financiera amaina, y si no tras lo decidido en la reunión de marzo presidida por Christine Lagarde, todo parece indicar que subiremos de tipos para rato, a pesar de que los precios pierden fortaleza mes a mes, lo que indicará nuevos repuntes en el euríbor para los próximos meses.
Caen los costes de la energía de forma destacada, y se convierte en el factor esencial, más allá de la comparativa con esa caída de 1,6 puntos según los datos de Eurostat, la oficina de estadística comunitaria. Hablamos de un nivel del IPC general del 6,9% frente al 8,5% de media en los 20 países de la única moneda registrada en el mes de febrero. Sin embargo, el dato subyacente, incluso sube en marzo, hasta el 5,7%, una décima desde el 5,6% del mes anterior. Y recordemos que esa tasa es la que sigue religiosamente el Banco Central Europeo para dirimir sobre las subidas de tipos en la eurozona.