Este artículo no quiere desanimar a aquellos que se acerquen a los mercados con el fin de buscarse la vida pero si me gustaría realizar un enfoque que haga reflexionar al lector y que puede permitir ahorrar tiempo, salud y dinero. Vamos a realizar un pequeño ejercicio en el que estimaremos el capital que necesitaríamos para vivir de los mercados en base a unos rendimientos estimados y objetivos deseados. De esta manera consideramos que “vivir de los mercados” es una actividad empresarial como otra cualquiera (un comerciante, un taxista,….) para la que necesitamos un capital inicial y de la que esperamos obtener unos rendimientos en base a unas estimaciones que hemos realizado.

Al igual que cualquier otra empresa nuestra facturación no será lineal y habrá espacios de tiempo donde los ingresos no cubran los costes y presentemos pérdidas. Lógicamente también habrá periodos de ganancias que buscarán compensar las pérdidas anteriores y obtener un beneficio. Imagínense que conseguimos desarrollar un sistema de inversión que 8 de cada 10 años consigue ganar un 30% mientras que pierde en 2 de cada 10 años un 10%.

Quizás no les parezca demasiado pero tengan en cuenta lo siguiente. Si hubiéramos invertido 100 euros de 1.965 en el índice bursátil S&P 500 incluidos dividendos habríamos obtenido 6.313 euros en 2.011, una rentabilidad anualizada del 9,42%. Si esa misma cantidad se la hubiéramos dejado a Warren Buffet durante el mismo periodo el resultado habría sido de 490.864 euros o lo que es lo mismo una rentabilidad anualizada del 20,29%. Si hubiéramos utilizado el sistema, en el 55% de las 100 simulaciones realizadas habríamos superado a Warren Buffet, uno de los inversores con mejor resultado de todos los tiempos, y en media habríamos acumulado un capital de 886.925 euros, una rentabilidad anualizada del 21,84%.
 
Evolución del S&P 500 Total Return (con dividendos incluidos), acciones de Berkshire y Promedio de simulaciones del sistema en escala logarítimica


Bien, el sistema les convence y deciden ponerlo en práctica