Almirall ha comunicado que entre enero y marzo obtuvo un EBITDA de 54,8 millones de euros, lo que supone una caída del 25% con respecto a los 73,1 millones del primer trimestre de 2015, aunque las cifras del año pasado incluían el lanzamiento del combo en Europa de AZ.
Las ventas netas ascendieron a 184,9, ligeramente superiores a los 180 millones del año anterior gracias a las líneas de Dermatología y los nuevos negocios.
La posición de caja de la empresa fue de 488,5 millones, mientras que la deuda financiera alcanzó los 316,1 millones, que representan 12% de los activos totales.
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Estas cuentas llegan en un momento comprometido para el valor, que ha caído más de un 25% en lo que llevamos de año, luego de hacer un cuádruple techo en la zona de máximos históricos sobre los 19 euros. Desde que alcanzara este nivel por última vez a finales del año pasado, Almirall ha retrocedido con fuerza y ahora está perforando el importante soporte de los 14 euros, nivel que coincide con el último retroceso de Fibonacci de todo el movimiento de subida entre los mínimos de septiembre de 2014 y los máximos de diciembre de 2015. Actualmente el RSI está cercano a niveles de sobreventa, lo que podría animar a un rebote, pero si éste no se da, Almirall corre el peligro de retroceder hasta los 13 euros (techo del largo lateral en el que se movió casi todo 2014).
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Según nuestros indicadores técnicos premium, Allmiral adolece de una marcada tendencia bajista, tanto en el medio, como en el largo plazo pues, si bien no hace tantos meses que el valor cotizaba en máximos históricos, ha caído con tanta fuerza que la media de 200 sesiones se ha situado por encima de la de 40, y ésta última por encima del precio. Además, el volumen de contratación ha decrecido, lo que deteriora aún más el aspecto técnico.
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