Abengoa, que durante el pasado mes de septiembre llegó a un acuerdo para su reestructuración financiera con todos sus acreedores para evitar la quiebra, obtuvo unas pérdidas a nivel contable que ascendieron a 4.227 millones de euros, debido a la devaluación de sus activos de bionergía en Estados Unidos, Europa y Brasil. También, por la menor valoración de líneas de transmisión en el país sudamericano y de las plantas de generación en México y las plantas solares en Chile
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La firma de ingeniería y energías renovables indicó que la aplicación de las medidas establecidas en su plan viabilidad ha supuesto que se reconozca durante el tercer trimestre un abanico de pérdidas adicionales a las previstas, que están estimadas que se puedan compensar después de que se produzca el impacto positivo derivado de las quitas y de la ampliación de capital contempladas en el contrato de reestructuración. Esto permitiría retomar el equilibrio de la compañía en términos patrimoniales y la dotaría de la liquidez necesaria para comenzar las operaciones previstas en su plan de viabilidad.
En bioenergía, el deterioro asciende a 1.976 millones relacionado con el menor valor de plantas de etanol de primera y segunda generación americanas, que se encuentran al amparo del denominado Chapter 11 (Ley de Quiebras) en Estados Unidos, con el impacto por la pérdida de control de la planta de Rotterdam tras el proceso de quiebra y liquidación, así como con la minusvalía registrada en las plantas de Brasil ante una eventual desinversión de las mismas.
Además, Abengoa registró un deterioro de 982 millones por la pérdida de valor de las líneas de transmisión brasileñas tras el proceso de venta iniciado en el marco del procedimiento de recuperación judicial previsto en la legislación brasileña y tuvo impactos negativos adicionales por importe de 1.269 millones de euros debidos fundamentalmente a la venta, no continuidad de negocios o hibernación de ciertos proyectos y a la pérdida reconocida en la venta de determinados activos financieros, entre los que destaca el efecto de los acuerdos alcanzados con EIG sobre la participación APW-1.
En los nueve primeros meses del año, la cifra de ventas del grupo alcanzó los 1.043 millones de euros, frente a los 3.265 millones registrado en el mismo periodo de 2015, mientras que el beneficio neto de explotación (Ebitda) se situó en un saldo negativo de 90 millones de euros.
Las ventas en la actividad de ingeniería y construcción alcanzaron 934 millones de euros y un Ebitda negativo de 157 millones de euros, frente a 3.040 millones de euros y 591 millones de euros,respectivamente, en los nueve primeros meses del año pasado.
Esta disminución se explica por los efectos de la ralentización de la actividad, que afectan fundamentalmente a ciertos proyectos en México, a las plantas solares de Chile y Sudáfrica y a las líneas de transmisión de Brasil. Dichos retrasos o paradas de proyectos han motivado además el registro de provisiones de costes de construcción por importe de 168 millones de euros.