José Luis Cava explica que Trump quiere cambiar las reglas del sistema monetario de los últimos 50 años. Primero, recuerda cómo funcionaba: EEUU importaba masivamente de China y pagaba en dólares, y China reinvertía esos dólares en el sistema financiero estadounidense. Esto benefició a Wall Street —“Lo que es bueno para Goldman Sachs es bueno para la economía de los Estados Unidos”— y a China, pero perjudicó a la clase media estadounidense y deterioró la base industrial.

Ese deterioro alcanza a la defensa: “para fabricar misiles y para fabricar aviones de combate necesita componentes chinos… y también necesita la financiación china”. De seguir así, en 5 o 10 años dependerían totalmente de China. Por eso, según el experto, Trump tiene prisa en reindustrializar EEUU, invertir en infraestructuras y asegurar energía.

En el plano de la financiación, al reducirse el déficit comercial circularán menos dólares, lo que favorecerá que las liquidaciones se hagan en oro. A su vez, EEUU necesitará financiación y buscará captarla con stablecoins: “Esa es la razón por la que Bessent dice que va a hacer de Estados Unidos la capital de las stablecoins

Si se emiten 3,7 billones en stablecoins y la mitad entra en Bitcoin, su precio “podría subir un 50% y dirigirse fácilmente a la zona de los 160.000”.