El principal foco de preocupación de los mercados en la jornada de hoy ha pasado de estar en Ucrania (sin perderlo de vista) a situarse en China, por una doble vertiente. Por un lado, por su posicionamiento precisamente sobre el conflicto en el país europeo, ya que tanto Rusia como Estados Unidos están poniendo a prueba al gigante asiático para ver de qué lado se posiciona. Estados Unidos alertaba en las últimas horas de que Moscú había solicitado armamento a Pekín. Si el Gobierno de Xi Jinping cede en esas demandas, se estaría implicando en el conflicto, que ya adquiriría un carácter global, con las consecuencias que ello tendría, explica Pablo García, director de Divacons Alphavalue. 

Pero, además, desde China llega otra fuerte preocupación: el confinamiento de Shenzhen por otro brote de coronavirus. Millones de ciudadanos están confinados en una ciudad que supone un punto tecnológico neurálgico. "El Silicon Valley chino está paralizado", apunta el experto. La tecnológica taiwanesa Foxconn ha paralizado sus fábricas en la ciudad y es proveedor de un nombre tan importante como la estadounidense Apple. Esto nos trae de nuevo los fantasmas que ya vivimos el año pasado sobre los problemas en la cadena de suministro. Este bloqueo puede también afectar a los mercados a nivel mundial. 

En este escenario, "no entendemos este optimismo en los mercados europeos". Las bolsas del Viejo Continente han recuperado terreno en las últimas sesiones y parecen ajenas a todo este escenario complejo. De hecho, según apunta Pablo García, si bien la esperanza es que pronto haya una resolución pacífica para Ucrania, este conflicto está creando unas tensiones geopolíticas y una nueva "guerra fría" que tardarán en disolverse y que tendrán más consecuencias económicas. 

Alternativas para los inversores

Desde Divacons Alphavalue han optado por una estrategia centrada en los bonos que " esa apuesta que hemos repetido en Estrategias de Inversión de los cortos apalancados del bund ha funcionado francamente bien", explica. Las caídas de los precios de los bonos soberanos han sido muy notables, con la subida, por ende, de las tires, han hecho que el bono a 10 años alemán o el estadounidense están por encima de los niveles prebélicos. "Es sorprendente, porque la gente no está comprando bonos para protegerse como una situación tan compleja como la actual", apunta el experto.