La posibilidad de empezar a estimar la fecha en la que un porcentaje suficiente de la población más vulnerable puede estar inmunizado y la desaparición de la inestabilidad geopolítica que ha supuesto el "factor Trump" en los últimos 4 años constituyen un "game changer", cuya incidencia potencial en las expectativas de los agentes ya la estamos percibiendo desde el lunes. Cualquiera de los dos eventos por separado hubiese tenido un efecto muy beneficioso sobre la coyuntura económica, pero la combinación de los dos aumenta exponencialmente su incidencia potencial.

Especialmente, en el caso de la vacuna, pues nadie contaba con una efectividad superior al 90%, cuando la propia FDA había marcado un umbral mínimo para dar el visto bueno, en el entorno del 60%. Si se confirma esa efectividad y, aún, considerando las dificultades operativas (temperatura de -60/-70º para conservar la vacuna), la probabilidad de conseguir niveles de inmunización elevados el año que viene aumenta de forma plausible. Esto refuerza la credibilidad de los escenarios centrales de crecimiento para 2021 que se habían puesto en duda en las últimas semanas, a raíz de la recaída de buena parte de los indicadores de actividad y movilidad. Si a todo lo anterior le añadimos el cambio que supone para la estrategia de negociación de Boris Johnson con Europa la llegada de un nuevo presidente en EEUU, que se autodefine como irlandés, podemos estar viendo al menos el fin del principio del "annus horribilis".

Si, además, sumamos el apoyo que seguirá aportando la política económica, esta semana ha supuesto el retorno del "reflation trade" que supone apostar por más crecimiento nominal, algo bueno para la renta variable y no tanto para los bonos. De momento, esta semana también hemos visto una rotación en las carteras que ha beneficiado a los mercados y a los sectores más perjudicados por los acontecimientos de estos últimos meses (value), así como un aumento de la pendiente de la curva de tipos de interés. Esta rotación es positiva porque: i) fortalece la base del mercado, al participar más sectores; ii) aumenta su potencial, por el retraso de muchos de ellos; y iii) está siendo ordenada, sin que sufran los sectores que han liderado el movimiento alcista desde marzo.

Presupuestos y Fondo de Recuperación

Por tanto, estamos ante el primer paso del largo proceso antes de poder cantar victoria, que de momento ha inyectado un fuerte shock de confianza al escenario de 2021. No obstante, hay que ser conscientes de que, a corto plazo, la situación va a continuar siendo delicada y exigirá a las autoridades económicas reforzar el puente que evite el "cliff effect". Es lo que ha defendido Lagarde en la conferencia del BCE de esta semana, al insistir en la disposición del BCE a anunciar nuevos estímulos, a pesar de los avances sobre las vacunas, por los persistentes riesgos sobre la economía y por la posibilidad de nuevos brotes antes de que la inmunidad sea alcanzada. En cuanto a las medidas a adoptar, destaca la efectividad de los programas de compra de activos y de las TLTRO y la importancia no sólo de su volumen sino también de su duración. Por tanto, se confirma que aumentará el volumen del PEPP y que lo extenderá hasta finales de 2021, al igual que en el caso de las TLTRO.

En el mismo sentido, la aprobación del "rule of law" por parte del Parlamento Europeo ha permitido superar los obstáculos que impedían cerrar el presupuesto de 1,07 billones de euros de los próximos siete años, al que va asociado el Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros. Esta propuesta final ha de ser validada ahora, por unanimidad, por los parlamentos nacionales, lo que deja a Polonia y a Hungría la posibilidad de vetarlos por los recelos que genera que la entrega de fondos se condicione al cumplimiento del Estado de derecho. Mientras, el Comisario de Asuntos Económicos defendía extender la suspensión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento hasta el año 2022, momento en el que se recuperarían los niveles de PIB previos a la crisis. En definitiva, en esta semana hemos visto luz al final del túnel, aunque todavía estamos lejos de la salida.

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