- ¿Qué aporta la inversión de impacto o un fondo como el SLI Global Equity Impact Fund que no haga un fondo ESG?

Al tener en cuenta la gama de fondos de inversión socialmente responsable, la integración de todos los factores ASG en el proceso de inversión es vital y es lo que hacemos en Aberdeen Standard Investments. Pero hay algunos fondos que integran los criterios ASG, otros de exclusión de las temáticas negativas y otros como este en el que buscamos a las compañías más responsables. Nosotros creemos mucho en que esto no es un ejercicio de filantropía, pero en parte aún puede cumplir, por supuesto, con diferentes objetivos de inversión. Nuestro objetivo es darle un retorno a nuestros inversores a través de cada una de nuestras posiciones en cartera y además que a través de los productos y servicios que ofrecen las compañías en las que invertimos tenga un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en la sociedad en su conjunto. Creo firmemente que el fondo está contribuyendo de forma positiva a la sociedad y al medio ambiente aunque recuerde que esto no es un ejercicio filantrópico. Se trata de darle a nuestros inversores un retorno y lo hacemos invirtiendo en acciones globales y en todo el mundo a través de una cartera concentrada en 40 o 50 acciones donde estas empresas a través de sus productos y servicios están dando una respuesta positiva a algunos de los problemas más urgentes que hay en el planeta. 

- ¿Cómo calculan el impacto positivo que tienen las compañías en las que están invertidos?

Nosotros sabemos cuales son los problemas más grandes que tiene el planeta y que han sido identificados por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030, 17 objetivos que queremos lograr, cuestiones como acabar con la pobreza, el cambio climático… Lo que buscamos con nuestras empresas es hacer una contribución positiva a los ODS para que esos 17 objetivos se puedan lograr en los próximos 15 años, pero a la vez buscamos resultados en compañías que con sus productos y servicios contribuyan directamente a la consecución de estas metas. Por ejemplo, nunca invertiríamos en una empresa tabacalera porque no tiene una contribución positiva a los objetivos, sino que buscamos empresas en las que sus productos, por ejemplo, produzcan energía eólica o formen parte del negocio eólico. Este es el tipo de compañía que buscamos, que tengan una contribución positiva a los 17 ODS. Los objetivos de la ONU son nuestro universo de inversión y tienen relación con el tipo de compañías que queremos en nuestras carteras.

- ¿Cómo es el proceso de selección de compañías y qué les exigen para formar parte del fondo?

En Aberdeen Standard Investments buscamos rendimientos financieros positivos para nuestros inversores, por lo que nuestro punto de partida es realmente aquellas empresas que consideramos interesantes desde un punto financiero. En el fondo trabajan más de 120 analistas de cartera desde 13 ciudades diferentes de todo el mundo, con una cobertura de más 2.000 empresas en todo el mundo en las que tenemos una recomendación sobre el valor, ya sea de compra o de venta. El punto de partida sería unas 1.100 ideas de inversión entre las que nos quedaríamos con las que mejor están desde un punto de vista financiero, las que tienen mayor proyección de futuro. Un segundo nivel de análisis se centra en que produce esa compañía o que servicios brinda a la sociedad y si estos tienen una contribución positiva hacia el desarrollo sustentable entre los 17 ODS. Una de las cosas en las que nos fijamos es si las compañías tienen también la intención de cumplir con estos objetivos. Y el último punto en el que nos fijamos es el impacto positivo que genera la compañía. Por lo que estos tres pasos son vitales en nuestro proceso de inversión. Buscamos, en definitiva, compañías económicamente atractivas, pero que también tengan un entorno social positivo.

- El fondo se basa en los ODS y los resumen en ocho temáticas. ¿Qué temáticas sobreponderar en el fondo y por qué?

De acuerdo, tomamos los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como punto de partida y a la vez dividimos los diferentes objetivos en ocho temáticas porque hay cierta superposición entre los objetivos, al mismo tiempo que son también aplicables a la hora de seleccionar empresas. La mayor sobreponderación que tiene el fondo SLI Global Equity Impact Fund ahora mismo es el de las energías renovables. En este sector tenemos a compañías como General Electric Renewable Energy, con intereses en la energía eólica de EEUU al producir turbinas eólicas, también invertimos en Vestas o NextEra Energy, con sede en Florida (EEUU) que es una de las compañías eléctricas más grandes del mundo. NextEra Energy produce energía eólica y solar, aunque también a través de fuentes tradicionales como el carbón. La compañía está desmantelando sus centrales térmicas de carbón y se está orientando sólo en energía sostenible. Este es el tipo de compañías que nos gustan.

- Ya hemos visto que los fondos ESG superan en rentabilidad a los fondos tradicionales. ¿Qué se puede esperar de un fondo de impacto en cuanto a rentabilidad?

Sí, esto es bastante interesante, hay algunas personas que pueden pensar que al invertir en un fondo así se está renunciando a oportunidades o mayor alfa, pero diría que no es cierto. Creemos que las empresas con sólidas credenciales ASG serán las ganadoras a largo plazo y estos son los tipos de empresas a las que nos enfrentamos. Como mencioné anteriormente sólo estamos invirtiendo en empresas para las que tienen una recomendación de compra de nuestros analistas, donde vemos unas sólidas cuentas, de modo que eso nos da confianza para poder batir a un índice de renta variable global como el Standard Global Equity Index, como hemos hecho en los últimos años. El índice sólo recoge compañías que están bien a nivel financiero, y nosotros además añadimos el impacto social positivo de nuestro fondo. Definitivamente esperamos tener un buen desempeño y no solo somos nosotros, la industria en general, el resto de fondos de impacto como demuestran los retornos anuales de 2020. Las estrategias de impacto demuestran que tienen capacidad de lograr retornos, batir a índices de referencia y tener una contribución positiva a la sociedad y al medio ambiente.