La figura del CIO está tomando cada vez mayor trascendencia en las compañías. ¿De qué manera esta posición puede convertirse en estratégica para el desarrollo empresarial?

La tecnología es un hecho clave y real en las compañías, se ha convertido en un motor de crecimiento del negocio y esto ha permitido que el CIO pase de ser un mero gestor de tecnologías de la información a ser un miembro de la alta dirección de la compañía y, por lo tanto, un promotor de esos cambios para las mismas.

Al ser un miembro de esa alta dirección está mucho más pegado al negocio y a los clientes, así como a los objetivos que puede tener el negocio de crecimiento en los mismos.

Se ha convertido en un motor de la innovación de la compañía, sus decisiones son claves en cuanto a la selección de esas herramientas tecnológicas que pueden promover el crecimiento del negocio y el desarrollo de nuevos productos y servicios para los clientes. En un mundo tan competitivo como en el que estamos actualmente, la diferenciación de tu oferta de servicios y productos pasa a ser clave y, por lo tanto, la selección de esas tecnologías por las cuales se desarrollan esos productos y servicios para tus clientes, es estratégica.

¿Cómo un proceso de digitalización en el ámbito empresarial puede garantizar la trazabilidad y rentabilidad?

En estos momentos tan convulsos en los que venimos de una pandemia, de una crisis en toda la cadena de valor de las materias primas, ahora en un periodo de guerra incipiente en Europa… Todo lo que sea garantizar esa cadena de valor aporta mucho valor a la compañía y permite mantener ese negocio de manera óptima.

La trazabilidad no deja de ser el saber dónde están tus productos, tus materiales, en qué condiciones están, qué efectos tiene… Es muy importante gestionar todos esos datos que tienes, hacer esa gobernanza de los datos para esa trazabilidad. Con esto, lo que queremos es mantener siempre controlada esa cadena de valor para saber cuándo tomar las decisiones y tener esos datos que garanticen el control de toda nuestra cadena de valor.

La rentabilidad es un efecto de ese control de la cadena de valor porque lo que nos permite es tomar decisiones en tiempo y forma de manera adecuada para que esos productos lleguen con la calidad adecuada, en el momento oportuno y que no tengamos que sufrir ningún tipo de penalización porque se haya reducido la calidad de los mismos o hayamos incumplido algún acuerdo a nivel de servicio con nuestros clientes. Por tanto, toda esa gestión de los datos asociados a todos los movimientos que pueda tener tu cadena de valor es fundamental en estos momentos.

¿Qué ejemplos puede darnos en los que la transformación digital haya permitido la optimización de objetivos empresariales?

Cualquier proceso que redunde en la digitalización o en la automatización de las tareas dentro de la compañía va enfocada a alcanzar esos objetivos últimos. Todos los negocios tienen un objetivo de crecimiento, de rentabilidad, si somos capaces de automatizar esos procesos, tenemos la posibilidad de llegar a mercados en los que no estamos. Hay tecnologías que nos permiten estar en otros entornos, en otros mercados digitales en los que actualmente no prestábamos servicios. Nos permite también escalar de manera adecuada nuestra capacidad de prestar servicios y, por tanto, crecer en esas ventas hacia nuestros clientes. También nos permite tener esa relación más cercana y eficiente con ellos, lo que redunda en la satisfacción de los mismos y en el crecimiento del propio cliente.

Por ir de lo general a lo particular, desde un e-commerce, que nos permite estar en esos entornos en los que anteriormente no estábamos, hasta la optimización de procesos internos dentro de la compañía.

Recientemente hemos tenido un proyecto con un cliente en el cual hemos optimizado todas sus comunicaciones de tal forma que, este cliente utiliza las comunicaciones, las llamadas a ciertos números de validación, ciertos análisis sobre las evaluaciones de las llamadas, para sus propios procesos internos y lo que hemos hecho es automatizar todos esos procesos de calidad, permitiendo que los tiempos para obtener los resultados del desempeño de sus trabajadores sea mucho más adecuado y permita hacer reacciones en tiempo real.

También hemos automatizado esas comunicaciones de voz con los clientes, de tal forma que los mismos pueden llegar a acceder a sus expedientes u obtener respuestas mediante tecnologías de inteligencia artificial y bots. Esto redunda nuevamente en ese escalado, el poder hacer más o menos redunda en la reducción de error y por lo también en la satisfacción del cliente.

¿Cuál es el principal reto al que se enfrentan las compañías a la hora de dar el salto hacia un modelo más digital?

El principal reto, como en todas las decisiones, es tener el apoyo de la alta dirección. En el momento en el que tenemos el compromiso de la alta dirección por introducirnos en modelos más digitales, en esos procesos de transformación digital, ya hemos dado el primer paso hacia la transformación digital efectiva.

El segundo gran reto es entender la transformación digital como lo que es, no una mera digitalización de los procesos existentes en la compañía, si no la reformulación de estos procesos, la digitalización de los mismos y, por lo tanto, hay que contar con personas o compañías que conozcan, no solamente la empresa, sino que tengan además la capacidad de gestionar ese cambio dentro de las organizaciones. Muchas veces, además del proceso en sí, el cambio tiene que ser cultural.

¿Cómo ve el futuro a medio y largo plazo en el campo de la consultoría y la tecnología?

El futuro, como el sector, es fascinante porque está en constante cambio. Ahora mismo hay unas tendencias de mercado que lo que buscan es dar esa agilidad que todos los negocios necesitan y esa interoperabilidad. Con estos dos criterios básicos hay cuatro tecnologías o sectores que son los pujantes ahora mismo: el mundo cloud, todo lo que es acceder a esas tecnologías en modalidad SaaS; otro que es la seguridad de la información, la ciberseguridad es fundamental porque si nuestros datos ya no están en nuestro data center sino que están en la cloud, hay que protegerlos de manera adecuada; otro sería la automatización, que es cómo en esos entornos grandes de cloud somos capaces de automatizar de una manera eficiente; y luego, con todo el volumen de datos que tenemos, es el gobierno del dato para poder tomar decisiones. Estas cuatro líneas, con la agilidad y la interoperabilidad en mente, serían las tendencias del mercado para los próximos años.