La reciente superioridad del IBEX 35 frente a otros índices europeos podría empezar a revertirse o, al menos, estrecharse en los próximos meses.

En Estados Unidos, los beneficios empresariales del segundo trimestre han crecido un 13,2%, frente al 3,1% registrado en Europa. En España, el crecimiento ha sido más notable, principalmente por el fuerte peso del sector bancario, tanto en términos absolutos como relativos. Los principales bancos —BBVA, Santander, Bankinter y Sabadell— han presentado resultados extraordinarios que han impulsado al índice. Sin embargo, las previsiones apuntan a que los márgenes de intermediación y los ROEs podrían comenzar a mostrar una tendencia ligeramente a la baja, lo que dificultaría que las entidades superen las estimaciones como hasta ahora. Esto podría reducir el apetito comprador por la renta variable española. No se trataría de un problema específico de España como país, sino de una cuestión sectorial: el índice Stoxx 600 de bancos acumula una subida cercana al 37% en lo que va de año, lo que ha tenido un impacto muy positivo en el Ibex 35.

Si en el pasado apostar por el sector bancario y, por extensión, por el Ibex tenía pleno sentido, ahora es posible que ese diferencial con otras regiones y sectores comience a reducirse. El buen desempeño se ha debido no solo al impulso de la banca, sino también a su perfil defensivo, con un peso relevante en telecomunicaciones y utilities (Endesa, Red Eléctrica, Naturgy, Iberdrola), sectores que han captado flujos de inversión ante las tensiones comerciales y ciertos episodios de aversión al riesgo. Además, la composición del Ibex lo hace menos expuesto a sectores que han tenido un comportamiento negativo en otros mercados, como el industrial, retail, lujo, farmacéutico, automovilístico o metal-mining. Esto explica en parte la buena evolución relativa frente a los grandes índices europeos y estadounidenses.

De cara al futuro, telecomunicaciones y utilities podrían seguir funcionando razonablemente bien gracias a su carácter defensivo, pero el sector bancario, como sector cíclico por excelencia, podría encontrar más dificultades para mantener el ritmo. Las valoraciones actuales, cercanas a los niveles previos a la gran crisis bancaria y con múltiplos de precio/valor en libros que superan 1-2 veces, podrían considerarse exigentes.

En resumen, no se anticipa un desplome del Ibex 35, pero sí es posible que su comportamiento sea inferior al de otros índices tras un periodo de fuerte sobre-rendimiento.