¿Inversión de impacto o ASG?

La verdad es que la inversión socialmente responsable tiene una gran ventaja competitiva respecto a la inversión tradicional. Con este tipo de inversión, se añade una nueva dimensión a la toma de decisiones, que está vinculada al impacto en los planos medioambientales, sociales o de buena gobernanza. Me preguntaría en qué consiste dicha ventaja. Básicamente es que ahora el inversor puede alinearse de una manera más fácil a sus principios o valores no financieros. Teniendo en cuenta el perfil de riesgo que requiere sus inversiones. Esta personalización de las inversiones ha marcado una gran variedad de matices, según las necesidades del inversor. En este sentido queda claro que tanto la inversión ASG como la de impacto son herramientas muy útiles en el mundo de la inversión socialmente responsable.

¿Por qué creen que es fundamental que los inversores tomen conciencia de la importancia de la inversión ESG?

Debería existir un cambio de mentalidad a niel social. La ASG es el resultado de un cambio de paradigma de escala mundial. La humanidad está entendiendo que no hay un planeta B. Que hay muchos desequilibrios a nivel social. Es tiempo de invertir en esfuerzos y medios en estas cuestiones. Por otro lado, a parte de la cuestión ética o moral que se plantea en el ámbito ASG, está comprobado que las inversiones ASG muestran un menor riesgo con una rentabilidad sostenible a largo plazo. Además, las empresas que tienen en cuenta estos criterios están mejor gestionadas y presentan una mayor resiliencia en los momentos de crisis. Y esto es algo que ya hemos vivido y observado a lo largo de esta pandemia con la covid-19.

Hablan mucho del engagement -compromiso en castellano-, ¿qué importancia le dan en el proceso de inversión?

Hablamos mucho y creemos que es algo fundamental. Entendemos que el compromiso es la base de todo. Somos conscientes de que las compañías perfectas no existen, pero si somos inversores activistas podremos ayudar a las empresas a que acometan con éxito una de las dos grandes transformaciones que está viviendo el mundo empresarial. Por un lado, tenemos la transformación digital, que es evidente que está en nuestro día a día. Y por otro lado, la transformación hacia un mundo de empresas sostenibles. En este sentido, queremos ver entidades que tracen un plan para mejorar en aquellos aspectos en los que presentan sus mayores carencias, que detecten los eslabones más débiles de su cadena de valor, que cuantifiquen su impacto y que divulguen sus resultados. La transparencia en la información es realmente importante. Este cambio lo podemos percibir gracias a las nuevas legislaciones. Las legislaciones suelen ser síntomas de lo que está ocurriendo a nivel social. Prueba de ello es que el reglamento europeo sobre divulgación busca que los inversores puedan tomar decisiones mejor informados sobre cuestiones de finanzas sostenibles. ¿Cómo? Por ejemplo, pidiendo a las entidades financieras y firmas de asesoramiento que se cuelguen la etiqueta de cara al cliente. Que digan exactamente qué compromisos tienen en estos parámetros o cuáles no quieren asumir.

A veces se dice que el ASG puede generar burbujas o es una moda pasajera, ¿cómo lo ve?

En este sentido, me pregunto, ¿el cambio climático es algo pasajero o estructural? ¿La desigualdad social es algo pasajero o estructural? Para mí, ambas son cuestiones totalmente estructurales y de ninguna manera pueden considerarse como una moda. Entonces, ¿por qué hasta hace poco tiempo se consideraba como una moda pasajera la inversión socialmente responsable? Debemos reconocer que debido a la ausencia de normativa, divulgación o métricas específicas, como las que existen en la parte de contabilidad empresarial, en numerosas ocasiones los valores ASG se han creado como un mero reclamo de marketing. DE ahí que gestores o inversores lo continúen percibiendo como una moda pasajera, pero nada más lejos de la realidad. Sin embargo, en mi opinión, poco a poco se está avanzando en la resolución de este problema y el ASG está adquiriendo la verdadera dimensión que yo creo que tiene. Por un lado, es un crecimiento que viene acompañado por nuevos cuerpos legislativos. Por ejemplo, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que por ejemplo ha sido recientemente aprobada en España. O los nuevos sistemas taxativos, que tenemos en Europa. ¿Qué efecto tiene esto? Básicamente, es que hay un apetito atroz por las empresas líderes en sostenibilidad y esto está provocando grandes flujos de capital hacia ellas. Pero nada más lejos de que sean burbujas.

También les gusta mencionar el trinomio rentabilidad, riesgo e impacto ASG. ¿Ya no se debería invertir sin pensar en el medio ambiente y en el resto de la sociedad?

La verdad es que durante años el gran obstáculo para la inversión bajo criterios de sostenibilidad ha sido las dudas sobre el valor que estas aportaban respecto al binomio tradicional de rentabilidad/riesgo. Sin embargo, la pandemia ha sido un escenario para comprobar que las compañías con mejores indicadores ASG son las que mejor lo han hecho y más han resistido a esta pandemia. Es decir, las más resilientes. Los conocidos como intangibles, se pueden tangilbilizar ahora. A través de los criterios e indicadores AGS puedes determinar esa parte que hasta ahora se marcaba como intangible. La valoración de las empresas comienza a ser mucho más objetiva y se aleja de la expresión tan manida de inversión “S-intuición”. Se debería incorporar los criterios no financieros en la toma de decisión de todas nuestras inversiones.