La semana pasada fue muy volátil en Wall Street, tuvimos récord del Nasdaq superando los 10.000 puntos, el jueves los índices cayeron estrepitosamente para recuperarse el viernes. ¿Qué es lo que ha pasado para ver todo esto?

En las últimas semanas desde que los mercados sufrieran una corrección estrepitosa en los últimos meses con motivo de la pandemia, hemos visto una recuperación progresiva con una tendencia histórica. Lo que los inversores interpretaron en ese momento es que ningún mercado bajista en el pasado ha llegado a caer más de un 30%, y entonces se fue recuperando en base a la liquidez de la Reserva Federal a la que se unió la liquidez fiscal aprobada por el Congreso, la reapertura económica y la posibilidad de que haya una vacuna este año. Primero han entrado los traders guiados por el momentum, seguidos de pequeños inversores que invierten a través de plataformas electrónicas de gestión pasiva. La caída de este jueves se debió a la posibilidad del cierre de nuevo de la economía por los rebrotes que se han producido, sin embargo las bolsas subieron el viernes porque hay confianza en que la Fed pueda sostener estos mercados, aunque con la volatilidad que tenemos la certeza no es absoluta.

¿El récord del Nasdaq cree que se debe a que los mercados han estado demasiado optimistas durante la pandemia?

Sucedió cuando entraron los inversores minoristas menos experimentados que empezaron a empujar los múltiplos del mercado, no sólo el Nasdaq y el S&P 500, también el Russell 2000, el índice de compañías pequeñas. Estos inversores están buscando oportunidades, invirtiendo en acciones de empresas quebradas, compañías que están muy afectadas en su dinámica y en su recuperación. La concentración, sin embargo, se está focalizando en los cinco valores más líquidos del Nasdaq, los valores tecnológicos que ya ponderan un 20% del S&P. Por tanto, cualquier corrección en estos valores condiciona al resto del mercado. Las valoraciones aumentan a pesar de que la economía está muy afectada por la pandemia y la cuarentena, y este año vaya a ser recesivo.

Esta semana también conocimos las previsiones de la Reserva Federal, previsiones económicas que no son muy optimistas, diríamos que son sombrías. ¿Cómo valoras las palabras de Jerome Powell?

Las palabras de Powell contribuyeron a la corrección del jueves, no fue sólo los contagios de Florida y Arizona y ahora también en Texas, sino el tono empleado por Powell en la rueda de prensa tras el Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal. Powell repitió que la recuperación va a ser mucho más lenta de lo que mucho esperan, y que la Fed no está pensando en subir los tipos de interés, y que van a mantener la liquidez y la compra de activos. Pero eso no significa que la economía se vaya a recuperar francamente, ni que las compras de deuda ni los planes fiscal vayan a reemplazar la dinámica económica previa a la pandemia. 2021 será un año de recuperación, pero no necesariamente un año extraordinario. 

Hablabas de recesión, la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas dijo el lunes que la recesión empezó en EEUU en febrero, ¿piensas que va a durar mucho?

En principio debería ser una recesión corta estadísticamente hablando, la Oficina la reconoce muy rápido porque en Asia se dio un ‘shock’ de oferta en febrero por el ‘shock’ de demanda de las economías de occidente pasando luego a EEUU y extendiéndose ya a todos los mercados emergentes. La desaceleración va a profundizarse en el segundo trimestre pero va a ser tan profunda que se habla de niveles que van a alcanzar desde el 15% al 50% del PIB estadounidense, pero no está claro cómo va a ser la recuperación si hay una segunda ola del virus. En virtud de las previsiones de las agencias gubernamentales la recuperación no va ser rápida ni total.

Esta semana también hemos conocido que sea han añadido un 1,5 que han pedido por primera vez el subsidio por desempleo, parece que va bajando la cifra pero sigue preocupando…

Sin duda, recordemos que las peticiones de desempleo son semanales y son un flujo y hay que compararlas con los inventarios que son unas cifras mensuales de desempleo. Si sumamos todas las peticiones de desempleo hay casi 45 millones, pero lo desempleados como tal son algo más de 18 millones, que representan hasta un 17% de la población. Aunque se recuperen desempleo probablemente lleguemos a diciembre con cerca de 10 millones de parados, que son las cifras más bajas que se alcanzaron en la crisis hipotecaria de 2008-2009. 

Teniendo en cuenta que la situación que no es muy halagüeña, además de las tecnológicas, ¿ves algún sector para invertir ahora mismo? 

Es complejo, porque en la medida que las ganancias se van a ver condicionadas por la caída del empleo y cierre de las economías en EEUU y a nivel global… Los múltiplos, es decir, el precio en relación a los beneficios van a verse afectados también en el caso de las grandes tecnológicas, porque si la economía se resiente es normal que también lo noten Amazon o Apple, ya que la demanda de teléfonos puede caer con estos niveles de desempleo, con contracciones en el crédito, con rentas que pagar, etc. El mercado está en niveles históricos en pico, mientras que la renta fija pese a la recesión está muy ajustada. Los grandes fondos de inversión, los fondos mutuales, los que se arriesgan menos están largos de bonos de la Reserva Federal lo que apunta que el riesgo es muy alto.

¿Algún sector en particular?

El debate entre inversión activa y pasiva se ha roto, escoger acciones puede ser más arriesgado que comprar índices, comprar sectores cíclicos como petroleras (energía) tampoco es la recomendación más adecuada, y como no hemos visto aún el final de las quiebras empresariales creo que es el momento de comprar acciones con fundamentales muy sólidos y con buenas perspectivas de largo plazo, siempre y cuando no estén sobrevaloradas como lo están ya las cinco grandes tecnológicas. No es el momento más fácil para invertir ni para tomar decisiones de inversión.