En los dos meses transcurridos desde el Año Nuevo Lunar, el brote de coronavirus Covid-19 que se declaró en Wuhan se ha mundializado y los mercados han registrado abultadas pérdidas. Como se ha visto en China, las medidas de contención han tenido enormes consecuencias económicas. Es preciso descontar descensos de dos dígitos en los indicadores generales de crecimiento, como el PIB. Se ha visto una respuesta masiva por parte de los gobiernos de todo el mundo, tanto en el plano monetario como fiscal.
Aunque por ahora las acciones de las autoridades chinas parecen relativamente contenidas frente a las de otros países, desde Fidelity creen que durante las próximas semanas y meses se anunciarán importantes medidas fiscales y monetarias. Los contundentes planes anunciados por otros bancos centrales dan al instituto emisor chino más margen para relajar su política. Probablemente se eleve el gasto en infraestructuras y, en este sentido, las administraciones locales ya están recaudando un considerable volumen de fondos en forma de bonos. Las directrices del gobierno a los bancos darán apoyo a las empresas, pero preocupa cuánto de ese apoyo llegará a las pequeñas y medianas empresas.
Un factor determinante para los mercados internacionales serán las nuevas infecciones diarias. En estos momentos hay ejemplos positivos de descensos de las tasas de infección en Asia y algunos países de Europa parecen avanzar en la misma dirección. Es una constatación difícil, pero los países tienen que sufrir a corto plazo para controlar la situación y poder iniciar la recuperación.
En este entorno, Fidelity se está ciñendo al plan. Siguen evaluando los fundamentales de las empresas, aunque se celebran más teleconferencias que reuniones en persona. En respuesta al brote, el equipo está dedicando aún más tiempo a analizar los balances y los flujos de efectivo de las empresas, además de dialogar con los equipos directivos para entender los retos derivados de un periodo con importantes descensos de los ingresos.
Ganadores y perdedores
A pesar de estas señales positivas, también se ha registrado una enorme volatilidad y el mercado ha recompensado eficientemente a las empresas que van a beneficiarse de la fase de contención y ha castigado a las que se llevan la peor parte del impacto económico, especialmente aquellas con una implantación más internacional.
Siguen centrados en empresas de consumo y tecnología, que espero que se beneficien de los motores de crecimiento estructural que han ido destacando durante los últimos años. De hecho, muchas de las tendencias que habíamos observado en el mercado se acelerarán con el brote. El viraje hacia internet, ya sea en el comercio electrónico o en servicios como la formación en línea, sumado a la necesidad de gestionar los datos que lo hacen posible, aumentará aún más su importancia.
En muchos casos, las empresas con mayor presencia internacional están bien gestionadas, pero hasta hace poco, desde una perspectiva individual, su binomio riesgo-recompensa no salía bien parado en la comparación con los valores que se benefician de la dinámica del consumo interno. Sin embargo, a la vista de los recientes movimientos en los precios, la percepción actual de la gestora es que están surgiendo más oportunidades en estas áreas.
Aunque la evaluación del riesgo financiero es vital, también se están centrando en cómo esperamos que queden situadas las empresas desde un punto de vista competitivo cuando emerjan de este periodo de bloqueo. Desde una perspectiva sectorial, esperan que los bancos se lleven la peor parte de las tensiones financieras del sistema.
Mantener el foco
Dale Nicholls, Gestor de Fondos de Renta Variable China de Fidelity, concluye:"Se trata del tercer gran mercado bajista que vivo y a nuestros analistas les insisto en que lo más importante que podemos hacer es centrarnos en lo que hacemos mejor: poner el foco ahora más que nunca en los fundamentales de las empresas y mantener el mismo nivel de contactos con los equipos directivos, o incluso aumentarlo.
También me recuerdo a mí mismo que debo ser fiel a mi proceso y estilo de inversión, ¡aunque vaya en mi contra! Siempre he mantenido un sesgo hacia las empresas de pequeña capitalización y tengo que admitir que cuesta más en estos tiempos, ya que estos valores sufren más cuando la liquidez escasea en el mercado. Además, este segmento del universo de inversión ha experimentado el rechazo de los inversores, no solo desde el comienzo de este mercado bajista, sino también durante el último año o dos años. Pero sigo creyendo que mientras estas empresas ejecuten sus estrategias y cumplan con sus objetivos de beneficios a medio plazo, las cotizaciones deberían notarlo a lo largo del tiempo.
Por último, y por extraño que parezca, evaluar las oportunidades y riesgos en mercados como este me recuerda por qué me entusiasma invertir y por qué sigo pensando que es el mejor trabajo del mundo. Puede ser descorazonador, pero también resulta apasionante cuando encuentras excelentes oportunidades en el mercado"