Pablo García, director general de Divacons Alphavalue, destaca que, a pesar de la reputación históricamente negativa de septiembre para los mercados, este año ha roto con la tendencia, mostrando un rendimiento positivo y preparando el terreno para lo que tradicionalmente es el mejor trimestre del ejercicio. De hecho ha sido un mes de recuperación. 

Y atribuye este comportamiento a una confluencia de factores, entre los que se incluyen las declaraciones de Jerome Powell, datos de empleo más débiles de lo esperado en Estados Unidos pero con perspectivas de estabilización, un crecimiento económico sólido y una inflación ligeramente al alza.

Un aspecto destacado es el comportamiento del Oro, que se ha consolidado como un activo refugio para los inversores con menor apetito por el riesgo, en detrimento de los bonos, que generan dudas por los elevados déficits y la sostenibilidad de la deuda. El mercado ha mostrado una notable resiliencia, con muy pocas sesiones de caídas significativas, lo que augura un cierre de año excelente, superando las previsiones de la mayoría de los expertos.

Respecto de sectores, considera que el protagonismo del sector tecnológico, especialmente en el S&P 500, ha sido innegable, con continuos máximos impulsados por la inteligencia artificial. Sin embargo, García advierte sobre las elevadas valoraciones, que según el índice de Pérez Schiller, se acercan a los niveles de la burbuja puntocom del año 2000.

Si bien reconoce la solidez de las perspectivas de las grandes empresas tecnológicas, la concentración del mercado en un número reducido de valores representa un riesgo considerable. Por ello, recomienda una postura de prudencia y selectividad, en lugar de una inversión masiva en el sector. Aunque la tendencia alcista podría continuar, el riesgo de una corrección contundente está presente, si bien el catalizador para dicha caída es, por el momento, imprevisible.

De cara al último trimestre ha ajustado su estrategia de inversión. Si bien mantienen su exposición al sector tecnológico, no la han incrementado y han reducido su posición en el sector bancario, han dejado fuera a HSBC.

La principal apuesta se centra en el sector de metales y minería, que ha mostrado un buen rendimiento y que todavía tiene un potencial de crecimiento significativo. Este sector se beneficia de la subida de precios de metales como el oro, la plata y el cobre, y no parece estar sobrevalorado.

Además, han incorporado a su cartera una combinación de bienes de capital y algunas empresas de carácter defensivo, como las de servicios públicos, entre las que destaca a Iberdrola

Por otro lado, se mantienen al margen de los sectores más ligados al consumo y se muestran más prudentes con el sector financiero. Esta estrategia busca equilibrar la participación en las tendencias alcistas del mercado con una gestión prudente del riesgo ante la posibilidad de una mayor volatilidad en el futuro.