La razón es que “los bancos no dan créditos porque no tengan liquidez, sino porque los demandantes no son solventes”. Además, “con el aumento de los impuestos, la gente se empobrece y los empresarios no quieren pedir créditos y, aunque haya bancos españoles sanos, no quieren dar dinero”.

Las inyecciones de liquidez
ayudan “a los propios bancos a mejorar su balance, pues se lo prestan al 1% y lo reinvierten en deuda al 4%. También contribuyen a que no regalen dinero, como hacían con los depósitos, pues muchos banco-cajas estaban ofreciendo dinero con rentabilidades que no podían asumir, auto suicidándose, eso sí, a sabiendas de que vendría el FROB a rescatarlos”.

En definitiva, “estas inyecciones hacen que los bancos se saneen y hagan negocio fácil para que termine fluyendo el crédito. No obstante, es mayor la responsabilidad del Gobierno para que fluya el crédito, favoreciendo el crecimiento económico, que de los propios bancos”.

¿Es momento de invertir ahora en bancos? “en sus emisiones de renta fija, sí, pero sólo en determinados bancos sanos y en emisiones senior que, incluso, han llegado a dar rentabilidades del 6%”.

También “podríamos mirar los depósitos, pero sólo de entidades solventes, no obstante, preferiría coger el bono porque los depósitos bajarán sus rentabilidades en unos años”.

Sin embargo, “no debemos invertir en preferentes y, en acciones, sólo en los sólidos”.

Dentro de la inversión en renta fija, Alvargonzález comenta que “hay fondos monetarios que están haciendo una labor muy interesante, invirtiendo en deuda de empresas españolas solventes y diversificadas, cogiendo atractivas rentabilidades, y también en depósitos”.

De implantarse el impuesto de transacciones, “no le afectaría mucho al inversor, aunque sí más al propio fondo. La queja está en que hace daño a los bancos, que son los que mueven grandes cantidades de dinero”. En cambio, “al inversor lo que le afecta es el aumento de impuestos, que no beneficia el fomento de la inversión”.

Y, “aunque no se ve un sentimiento de mucho riesgo hacia la subida del precio del petróleo, es el mayor riesgo mundial”, dice el experto. “Si el precio de esta materia prima se dispara, se acabó la recuperación mundial. Conllevará más impuestos y recesión”.