El sector de la automoción, especialmente el de componentes de la automoción, es uno de los más importantes a nivel mundial. Un sector que a día de hoy está viviendo un cambio de paradigma - con la llegada del coche eléctrico - desde que en los años 1960 comenzara su gran eclosión. En esa época el mercado era SEAT, posteriormente FASA- Renault hasta que llegó Ford, que comenzó a cambiar muchas cosas. “Hasta entonces, el mercado era España. Nadie pensaba en exportar y muchos productos tenían una cuota muy importante. Una época en la el sector crecía de una forma importante y tú ibas creciendo con el sector”, dice Pradera recordando que “incluso en las épocas malas de los 1970 a nivel económico,  para el automóvil no lo fueron tanto porque la demanda seguía creciendo”.  Un sector que ha dado muchas alegrías y  “nos ha hecho un sector muy inversor. Éramos grupos familiares, aprendíamos a hacer con nuestro cliente las cosas y normalmente cogíamos cuotas importantes de ese producto porque nadie venía de fuera”.   Con Ford se empezó a ver que la cosa podía cambiar

Fue entonces cuando se gestó lo que es Cie Automotive a día de hoy. “Cuando nacimos pensamos: “vamos a hacer un coche”. Sabíamos que en cuanto a capacidad de producción, diseño...no había ningún problema. Queríamos ser segunda marca (marca blanca)  y que alguien nos comprara la producción”. Entonces, José Ignacio López de Arriortúa había conseguido atraer a bastante gente del sector, Antolín, Riberas….y del mundo financiero, Abelló, Vallvé… “Había 10 grupos con los que se podía empezar a trabajar, había esa ilusión pero el problema no era la producción sino vender el coche y para eso necesitábamos ser segunda marca de algo”. 

Pero entonces el mundo se complicó: todos los mercados en todo el mundo se empezaban a solapar y, cuando empiezas una estrategia de mundialización de tu producción, la dimensión es fundamental  y ya no te da tiempo a salir con una marca nueva, especialmente en estos productos de gran consumo.  “Y ahí decidimos hacer un cambio de rumbo y dedicarnos a los componentes”.  

Un sector en el que España es uno de los actores importantes a nivel mundial. “En España tenemos una capacidad de gestión enorme y este sector es uno de los primeros en los que lo hemos demostrado, con la creación de multinacionales españolas muy importantes. Somos muy buenos en procesos porque tenemos una capacidad de trabajar en equipo muy importante y, cuando necesitas que todo el mundo intervenga, pesa mucho el tema cultural y ese es el gran activo que hemos tenido”. 

Pradera reconoce que es clave que haya multinacionales para que haya industria. “Porque cuando estás por todo el mundo y estás diversificado tu resiliencia es enorme. Si además tus clientes  son multinacionales, perfecto”. Este sector es un ejemplo. El presidente de Cie Automotive anima a las compañías medianas españolas a que salgan fuera porque “a nosotros las épocas malas de Europa las salvó América, incluso con la pandemia”. 

Actualmente China está en el objetivo por la desaceleración que está sufriendo su economía y por el estallido de Evergrande. Pradera reconoce que “tenemos que olvidarnos de tener a China de motor”. China ha sido el que ha liderado el crecimiento en los últimos años y ha hecho que el gran número macro no reflejara la realidad porque parecía que el mundo estaba creciendo al 4% cuando el 70% era China y el resto del mundo estaba famélico. Porque “la crisis de 2008 ha sido muy dura y la forma de resolución en Europa fue nefasta. Teníamos una economía con graves problemas de demanda, no había inflación a pesar de las cantidades de dinero inyectados y no sabíamos cómo salir de esto”. Ahora se ve un mundo más normal. 

Pradera reconoce que su objetivo futuro es India. “Todos los países tienen 30-40 años de desarrollo enorme y ahora le toca a India que además está empezando a controlar el tema demográfico para que no le mate el crecimiento pero estamos en un momento en que podría acoger una gran parte del crecimiento mundial”.  A África todavía le queda pero después de India será su turno. 

En la actualidad faltan en el mundo más de cinco millones de vehículos, que no se han podido fabricar debido a la falta de chips y de semiconductores, que tienen cada vez más importancia en los coches  modernos. Tras la falta de chips, la industria del automóvil corre el riesgo de escasos suministros de baterías en 2023.  Este experto cree que la fuerte demanda de chips en otros sectores ha provocado que la producción no dé abasto. “Estamos en unos niveles de stocks en mínimos en la red. Esto es difícil de predecir, sobre todo cuando es un problema que no es exclusivo del sector  del automóvil es que el resto de sectores ha crecido antes (en la pandemia)  y más que tú”.  Un tema al que, dice Pradera, no hay que dar mucha importancia porque el  mundo tiene 1400 millones de vehículos de combustión y hay que cambiarlos todos.  

Pero ¿cómo quedará el mix del sector automoción en los próximos años?¿Qué papel jugará la tecnología en este desarrollo? Vea la entrevista completa. 

Entrevista realizada por  Manuel López  Torrents, Director general de Estrategias de inversión y Silvia Morcillo, Directora de Estrategias de inversión.