El primero de los vértices del triángulo se llama eMBB (Enhanced Mobile Broadband). Da respuesta a uno de los retos más importantes de la sociedad actual, que es fomentar el acceso a los ciudadanos a la conectividad, con la mayor capacidad y lo más universal posible.

    • La banda de 700 MHz -pendiente de asignación en España-, permite una velocidad mínima garantizada de 100 Mbps y conectividad estable y confiable gracias a su gran alcance en larga distancia, además de penetración en interiores y en zonas con bastantes obstáculos.
    • La banda de frecuencias en 3,5 GHz ya está asignada. Dará la principal cobertura en zonas urbanas con despliegues mixtos de estaciones base tradicionales y SmallCells con una velocidad de entre 1 y 3 Gbps.
    • 26 GHz será una banda con cobertura de menor alcance, velocidades de hasta 10 Gbps.  Esta banda ancha mejorada habilita casos de uso tales como banda ancha de alta capacidad, video de alta definición, servicios Cloud, etc.

    En el segundo vértice del triángulo está la funcionalidad URLLC (Ultra Reliable Low Latency Communications). Dentro de este grupo funcional destaca la latencia como elemento especialmente diferencial. Esta tecnología permite latencias de 1ms. Estas latencias eran impensables hasta ahora en tecnologías inalámbricas radio y sólo eran alcanzables con tecnología de acceso fijo. Adicionalmente, cabe destacar la fiabilidad de las comunicaciones (99,999%), los mecanismos de seguridad y las altas velocidades en movilidad (350 km/h). Este grupo de funcionalidades permitirá casos de uso como el del vehículo autónomo, salud (operaciones remotas), automatización industrial, drones, cloud gaming... Casos en los que la criticidad del servicio es muy alta.

    El tercer vértice de este triángulo es MMTC (Massive Machine Type Communications). El número de dispositivos que podremos tener conectados simultáneamente bajo una misma celda es muy superior al de las tecnologías anteriores, permitiendo densidades con millones de dispositivos por kilómetro cuadrado. Esta característica permite masificar y universalizar el uso de la conectividad habilitando los casos de Internet of Things (IOT) que requieran alta densidad de conexión: Smart cities, smart homes, remote monitoring… 

    Adicionalmente, la funcionalidad Mobile Edge Computing (MEC) consiste en dotar de capacidad de cómputo, procesado y almacenamiento a los primeros elementos de acceso de la Red. De esta forma ciertas decisiones no tienen por qué ser tomadas en un cloud alejado incrementando las necesidades de comunicación y aumentando la latencia, sino que -siempre que toda la información necesaria esté disponible-, la decisión se toma localmente. Sirva como ejemplo el caso del coche autónomo. En la medida en la que toda la información relativa a sensores del propio vehículo, de los vehículos adyacentes y de las infraestructuras implicadas esté disponible en un punto local de la red, gracias a la funcionalidad MEC, la decisión puede ser tomada en local con el consiguiente beneficio.

    La tecnología 5G está en fase de evolución. Los primeros despliegues se están realizando en DSS (Dinamic Spectrum Sharing), que permite la coexistencia de LTE 4G y 5G en las mismas frecuencias portadoras, y por tanto en el mismo hardware de la estación base, y en NSA (Non Stand Alone) donde la infraestructura se implementa manteniendo el núcleo de red EPC (Evolved Packet Core) del 4G y la parte de radio podrá evolucionar de LTE a NR (New Radio) y SA (Stand Alone). La última fase de despliegue se realizará en SA, escenario completo de la tecnología y, por tanto, habilitador de todas las funcionalidades.

    Todo este despliegue y los recursos necesarios para poner en marcha esta tecnología, evidencian la necesidad de que las compañías de telecomunicaciones y las Administraciones trabajen codo con codo en su desarrollo e implementación. Ya vemos algunos ejemplos. Recientemente el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha potenciado en algunas zonas el desarrollo de pilotos 5G en los cuales se analiza y desarrolla, no sólo la tecnología sino sobre todo el potencial de los distintos casos de uso que el 5G habilita, es el caso del proyecto “Euskadi 5G”, en el cual el Grupo Euskaltel coordina un consorcio de 13 empresas. Esperemos que este tipo de experiencias supongan un motor real que impulse otras iniciativas y así aprovechar al máximo las oportunidades que brinda esta nueva tecnología, fundamental en la transformación digital y económica de la sociedad.