- China acometió una gran regulación en el verano de 2021, que se ha acompañado con una política dura frente al Covid-19 y una política restrictiva por parte de su banco central... ¿Qué perspectivas tienen sobre la economía china en este contexto? ¿Esto es un catalizador positivo para invertir en China?

Sí. La política Covid cero que han llevado a cabo no ha ayudado a suavizar los cuellos de botella o re equilibrar las cadenas de suministro. Es un evento que ha añadido estrés pero, a pesar de esta visión que no cambiará a corto plazo, estamos viendo que estas economías confinadas empiezan a liberar y esto se refleja positivamente en los mercados. Aunque el objetivo de crecimiento oficial  vemos complicado que se pueda lograr, creemos que los crecimientos estarán más en el rango del 4-5% que  son niveles elevados por encima de cualquier mercado desarrollado y está en el rango alto de los mercados emergentes. Es la segunda economía mundial y sin embargo su peso no llega al 4% y la representatividad de mercados como EEUU está en el 60%. El potencial de China ni mucho menos está recogido en los índices globales. Es algo que los institucionales están viendo y reconocen valor en la región. De hecho, en los últimos 18 meses sólo ha habido uno con salidas de flujos netas y fue el mes de marzo de este año con las tensiones geopolíticas, invasión de Rusia…

Además estamos en un momento muy bueno porque va a contracorriente del resto del mundo y lleva una política monetaria expansiva, está bajando tipos, xi Jingping tendrá el 20 congreso del partido comunista chino y quiere ser reelegido, un momento histórico para China y para él y cualquier gobernador quiere llegar con todos los deberes hechos y las velas desplegadas. En China el pico de inflación fue en octubre del año pasado y ahora mismo está en el 50% de esa cifra con una tendencia bajista. 

- Cuando se habla de China se pone el foco en su sector inmobiliario y en la burbuja que se vive, ¿cómo lo ven?

El tema inmobiliario ha sido bastante peculiar. El Gobierno dijo que la vivienda era un bien de primera necesidad y no un activo en el que especular. Hubo muchas compañías que sufrieron pero nuestra recomendación aquí es tener máxima prudencia, sobre todo en renta fija corporativa donde el peso del sector inmobiliario está en torno al 40% porque pensamos que Evergrande no será la única torre derribada. Por eso es importante enfocarse en China a través de la gestión activa. De todas formas no ha sido el único sector regulado en China, el tema de la educación también ha sido conflictivo. 

- A nivel de renta variable las valoraciones suelen ser atractivas, ¿creen que se da una oportunidad de entrada histórica en las acciones de la bolsa china?

Si, el hecho de que China sea una economía dirigida tiene sus ventajas porque sabemos el mapa que tiene el Gobierno para dirigir las ayudas a ciertos sectores. Todo lo que tenga que ver con autosuficiencia o salud los grandes nombres están en Europa o EEUU, en unos años tendremos líderes chinos, también inversiones en infraestructuras serán enormes y sectores que apoyen la transición a una economía más sostenible serán apuestas claras por parte del Gobierno. El objetivo para cero emisiones está marcado en 2060, tan sólo diez años detrás de los países desarrollados con un ciclo de industrialización que no tiene nada que ver. Si además lo comparamos con otros mercados como el estadounidense contamos con un descuento muy relevante. Nuestra recomendación es siempre hacerlo a través de una selección activa pero sin hacer apuestas particulares a sectores por las cualidades del inversor retail chino que no hacen estricto análisis fundamental sino que se mueve por modas o por sentimiento.