Antonio Castelo, analista de iBroker, destaca que las bolsas muestran un panorama más positivo después de la 'tormenta perfecta' de la semana anterior, marcada por los aranceles y los datos negativos del informe de empleo en Estados Unidos. Sin embargo, advierte de que esta recuperación no implica necesariamente un nuevo tirón alcista, ya que los mercados se encuentran en zonas de máximos y persisten los riesgos derivados de las políticas arancelarias.
La temporada de resultados empresariales continuará, señala, aunque a un ritmo más moderado, con 29 compañías del S&P 500 presentando sus informes.
Subraya además que los riesgos asociados a las políticas de Trump (arancelarias, fiscales e inmigratorias) siguen vigentes y generan dudas sobre la sostenibilidad de las elevadas cotizaciones. Considera que los impactos económicos adversos podrían empezar a notarse con mayor claridad en las próximas semanas.
En cuanto a agosto, lo describe como un mes potencialmente volátil, con una estacionalidad históricamente negativa. Menciona que, en los últimos 75 años, agosto ha tenido una rentabilidad media positiva muy baja (0,02%) y es el tercer peor mes del año. Además, si coincide con un año electoral de segundo mandato presidencial (como el caso de Trump), agosto nunca ha cerrado en positivo, registrando una rentabilidad media negativa del 3,4%.
Respecto al mercado español, expresa cautela con los valores bancarios, a pesar de reconocer su buen desempeño histórico. Aunque es defensor del sector bancario y reconoce su recuperación tras la crisis y su capacidad de aprovechar la subida de tipos de interés, advierte de que, si la incertidumbre global aumenta, el crédito se asusta y se ajusta, lo que podría afectar a estos valores que se encuentran en niveles muy altos.
Un análisis detallado se dedica a Indra, empresa que ha experimentado una revalorización extraordinaria del 100% en el año, impulsada por las expectativas del sector defensa europeo y su transformación estratégica. Sin embargo, Castelo identifica varios riesgos significativos para la compañía. El principal es un acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos que compromete a los países europeos a adquirir material de defensa preferentemente a empresas norteamericanas, lo que representa un cambio de paradigma con implicaciones significativas para la industria europea.
Además, también enfrenta otros problemas: es fuerte en áreas como radares, guerra electrónica, sistemas de mando y control, y simulación, pero si el acuerdo favorece la compra de sistemas completos estadounidenses, podría ver reducida su participación en proyectos clave. También menciona que decisiones del gobierno español relacionadas con la compra de software y hardware de origen chino en áreas sensibles podrían provocar la pérdida de ciertos clientes.
Como alternativas de inversión en este escenario de incertidumbre, Castelo sugiere volver a mirar las utilities, sobre todo las empresas de servicios públicos de redes, que han venido funcionando bien y siguen teniendo potencial, así como las compañías que manejan y explotan infraestructuras, considerándolas buenas alternativas tanto a los posibles problemas de los bancos como a las empresas del sector defensa europeo.

