¿Cómo han evolucionado los movimientos de ETF en el primer trimestre? ¿Cuáles han sido los más demandados?

El año empezó muy bien para ETFs con muchas entradas, y a medida que empezó a llegar el coronavirus y la crisis actual, hubo muchas salidas de capital, tanto en renta variable como en renta fija. En estos momentos, creo que los flujos en Europa para ETFs están en más de 11.000 millones. Pero es verdad que la mayoría de esas entradas de capital han ido a parar a materias primas, y al oro especialmente.

En la parte de renta variable sigue con entradas negativas, con más de 5.000 millones negativos, pero si miras el oro y después el petróleo, entre los dos ha habido más de 12.000 millones de entradas. Parece que el oro es el antiguo refugio estrella, y hay mucho más interés por parte de los inversores en estos momentos. Sólo este año ha habido un crecimiento de más de 9.000 millones en entradas en Europa, y más de 24.000 millones a nivel global.

Como todos hemos visto, ha habido una bajada muy fuerte en el precio del petróleo durante esta crisis. Normalmente los inversores entran cuando hay precios bajos, por eso hemos visto muchas entradas en ETFs de petróleo, con más de 3.000 millones en entradas.

La revalorización del oro, ¿brinda oportunidades a través de ETF?

Creemos que el oro es una buena oportunidad en estos momentos, tanto para un inversor conservador y estratégico, porque actúa como antiguo refugio, como para un inversor más táctico que sólo busque la revalorización del activo. Creemos que aún puede seguir subiendo, ha tenido un buen comportamiento durante el año y durante la crisis, pero puede subir más.

Dentro de nuestro equipo de análisis tenemos un modelos donde intentamos estimar el precio del oro de acuerdo a cuatro variables: la inflación, el dólar americano, los tipos de interés y el sentimiento de mercado para el metal. Dentro de estos parámetros intentamos estimar el precio para los próximos cuatro trimestre.

En este caso, miramos a todos los escenarios: a la recuperación en U y a la recuperación en V. Nosotros somos más partidarios de la recuperación en U, con un mayor crecimiento a finales del año y, principalmente, en el primer trimestre de 2021. Dentro de esa estimación, el precio objetivo para el oro a finales del primer trimestre de 2021 es de unos 2.200 dólares la onza. Ahora está más o menos en 1.700 dólares, así que puede subir unos 500 dólares.

Si, en cambio, la recuperación es en V, somos positivos al corto plazo para el oro y estimamos una subida que puede llegar hasta los 1.960 dólares. Pero es verdad que en el cuarto trimestre del año o el primero de 2021, cuando la economía acelere de forma más brusca, vemos una previsión más negativa, bajando hasta los 1.500 otra vez.

Por tanto, depende de la visión de cada inversor. Nosotros creemos que es una buena oportunidad, tanto para los inversores conservadores como para los más tácticos.

Y las caídas del petróleo… ¿también dejan margen para ver oportunidades?

En cuanto al petróleo, es difícil tener una visión en estos momentos. Lo que sí creemos es que va a seguir la volatilidad, no hay nada claro. Dependerá mucho de los movimientos y de la recuperación de la economía, de los acuerdos entre la OPEP y Estados Unidos. Pero creemos que el índice Brent puede tener una oportunidad mayor en estos momentos, ya que la OPEP es encargada de recortar o no la oferta, y normalmente tienen mucho más poder que los productores americanos.

También debemos decir que es un mercado muy volátil, es muy difícil invertir en petróleo y tener una visión muy clara. Además, se trata de una inversión compleja, porque se hace a través de futuros, por lo que hay que tener un buen entendimiento de los componentes que juegan en este tipo de inversión.

¿Tienen algún producto especializado en los sectores llamados a liderar las bolsas en el futuro, como el tecnológico o el farmacéutico?

Aunque en renta variable hemos visto salidas de capital en cuanto a ETFs, la parte de tecnología o de megatendencias ha sido muy positiva, por lo que los inversores han seguido invirtiendo en este tipo de activos y sectores.

Desde Wisdom Tree somos bastante positivos. A largo plazo, como casi todo el mundo, es nuestra visión para megatendencias. Tenemos tres sectores que nos gustan mucho: la inteligencia artificial, la computación en la nube y la tecnología de baterías. Son las tres megatendencias donde tenemos estrategias, y todas están relacionadas con el sector tecnológicos. Si tuviéramos que mirar a una de las tres a corto plazo, creemos que el cloud computing es el que tiene más potencial de beneficiarse de la situación actual, ya que todas las soluciones o los productos que ofrecen son para poder trabajar desde casa. Creemos que esta tendencia es una buena oportunidad de inversión, tanto a corto como a largo plazo.

¿Qué previsión de movimientos tienen para el resto del año?

Todo va a depender de la recuperación y de cómo se vuelva a abrir la economía. Somos más partidarios de una recuperación en U, con un mayor crecimiento a finales de año y el primer trimestre de 2021, pero dependerá mucho de si hay un posible rebrote o no del coronavirus, y de la forma en que se vayan abriendo las economías a nivel global, que es una parte muy incierta en estos momentos. No sabemos cómo va a producir y consumir la gente, por lo que no tenemos unas previsiones muy específicas, nadie las tiene.

Tenemos unas perspectivas muy positivas en oro, creemos que es el activo estrella, con más potencial de crecer o mantenerse más estable que los otros activos en relación a las condiciones de mercado que estamos viendo en estos momentos. A largo plazo, seguimos creyendo en las megatendencias, aunque haya habido un poco de parón, eso no cambia las perspectivas para estos sectores a largo plazo, especialmente para el tecnológico.