De acuerdo con un su último Barómetro de carteras mayoristas españolas, los gestores de carteras conservadoras parecen más cautos sobre la valoración de la renta variable, especialmente la estadounidense, y el dólar.

Juan José González de Paz, consultor sénior de inversiones en el Departamento de Análisis y Consultoría de Carteras de Natixis Global AM (PRCG), explica que “a los gestores parecen inquietarles cada vez más las valoraciones de la bolsa estadounidense y la evolución del dólar, que se ha depreciado frente al euro en 2017. Por lo tanto, los inversores han recortado su exposición a renta variable para elevarla en renta fija con rendimientos más altos y bonos convertibles”.

En lo que respecta a la renta fija, en trimestres anteriores, las inversiones alternativas fueron el sustituto natural de este activo, pero ahora los inversores están elevando el peso de los bonos convertibles como sustituto de la renta variable. De esta manera, pueden participar de las subidas de las bolsas, pero controlar mejor el riesgo de caídas.

 

Carteras españolas

 

Geográficamente, ha habido un aumento de la inversión en deuda de mercados emergentes y también en las estrategias de renta fija globales, ya que el diferencial de rendimientos entre EE. UU. y Europa es amplio en deuda corporativa (incluso después de ajustarlo por el coste de las coberturas).

Con todo, aseguran los autores de este barómetro que “aunque los gestores parecer ser más cautos, no quieren perderse el buen momento de las bolsas, ya que los acontecimientos políticos como el Brexit o las tensiones entre el presidente Trump y Corea del Norte no han tenido un gran impacto sobre ellas”.

Según este experto, “las posiciones se han mantenido en mercados como los emergentes y sectores como la tecnología. De hecho, en general industrias de crecimiento (growth) como la tecnológica parece que se están beneficiando de macro tendencias como el desarrollo de la economía digital”. “Algunos inversores parecen estar poniendo en tela de juicio es si esta tendencia puede ser duradera, ya que se sostiene principalmente en los pesos pesados del sector, pero por ahora se mantiene intacta”, concluye González de Paz.

En cuanto a las rentabilidades, las carteras arriesgadas (+0,57%) lo hicieron mejor que las moderadas (+0,04%) y las conservadoras (0,00%), debido a su mayor exposición a la renta variable y la deuda corporativa. Las carteras con predominio de la zona euro batieron, de media, a las carteras mundiales. Algo que en parte podría explicarse por la revalorización del euro frente al resto de grandes divisas.

Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia, Latinoamérica y US Offshore, señala: “los inversores demandan rendimientos, pero también parece que últimamente buscan alternativas menos volátiles a las acciones. El entorno es complicado y crece la aversión al riesgo y por eso es más importante que nunca que los asesores expliquemos a nuestros clientes que no hay que perder el enfoque a largo plazo. Lo importante no es no tomar riesgos, si no saber exactamente en qué medida hacerlo para alcanzar nuestros objetivos financieros. 

 

Ponderación por carteras