Posiblemente la única desventaja importante con respecto a los fondos tradicionales es la incapacidad de traspasarlos sin incurrir en gastos fiscales, pero para aquellos que quieran flexibilidad o invertir a largo plazo, son una opción a tener en cuenta.

¿Quién crea los ETFs?

Las entidades emisoras como  iShares, ProShares o Vanguard son las más conocidas. Los ETFs  suelen replicar a algún índice establecido, pero también pueden ser cestas de activos creadas con otros criterios.

¿Puedo invertir en ETFs que cotizan en Estados Unidos?

En primer lugar hay que tener claro que una cosa es dónde cotiza un ETF y otra cosa es qué activos forman parte de ese ETF. Comprar un ETF en Estados Unidos no significa que estemos invirtiendo en activos estadounidenses. Puede haber un ETF formado por empresas europeas (El Eurostoxx50 por ejemplo) que cotice en Estados Unidos. Este ETF lo podremos comprar en el mercado americano aunque su evolución dependerá del Eurostoxx50, ya que en el fondo estamos comprando exposición a la evolución de las empresas del Eurostoxx.

Aclarado esto, hasta hace poco podíamos comprar fácilmente en cualquier bróker un ETF que cotizara en el mercado americano, al igual que podemos comprar acciones del Nasdaq o del New York Stock Exchange, pero con la llegada de Mifid II el panorama ha cambiado y muchas entidades han dejado de comercializarlos.

Llega Mifid II

El 3 de enero 2018 entró en vigor en la Unión Europea la Directiva 2014/65/EU relativa a los mercados de instrumentos financieros conocida como Mifid 2. Su objetivo es reforzar la actual regulación europea sobre mercados financieros, así como mejorar su transparencia y supervisión.

Parte de la normativa de Mifid 2 consiste en clasificar a los clientes para poder ofrecer el servicio más adecuado a cada caso. En el caso de Self Bank todos los clientes son identificados como clientes minoristas. Esta clasificación otorga el mayor grado de protección posible para el inversor.

Por otro lado Mifid 2 obliga a categorizar todos los productos de inversión como productos complejos y no complejos. Los productos no complejos son aquellos que se pueden reembolsar de forma frecuente a precios conocidos por el público, en los que el inversor no puede perder un importe superior al que invirtió inicialmente y  de los que existe información pública completa y comprensible y que no sean productos derivados.

La mayoría de los ETFs son clasificados como no complejos porque  replican directamente a un índice, aunque también hay algunos ETFS complejos: son aquellos que implican apalancamiento y que requieren de ciertos conocimientos para su negociación.

Muchas entidades  han dejado de comercializar ETFs que cotizan en Estados Unidos por la llegada de Mifid 2 y por algunas complejidades técnicas que se requiere solucionar, pero en Self Bank sí se puede seguir contratando ETFs cotizados en Estados Unidos.

¿Por qué puede ser interesante invertir mediante ETFs estadounidenses?

En EE.UU. el ETF es un producto con gran aceptación y supone aproximadamente un 30% de la negociación bursátil. Esto ha propiciado una variedad enorme de ETFs en EE.UU. y que hayan logrado rebajar las comisiones de gestión hasta niveles inferiores al 0,10% anual en algunos casos.

Conclusión

Un ETF es una herramienta muy útil para el inversor minoritario. Con ella puede obtener una gran diversificación a un coste muy bajo.

La nueva normativa Mifid 2 aporta más transparencia y seguridad para los inversores. Self Bank ha trabajado para incorporar lo antes posible la nueva normativa europea y poder seguir ofreciendo una selección atractiva de productos a sus clientes. Gracias a ello es de los pocos brókeres españoles donde se pueden seguir contratando ETFs cotizados en Estados Unidos con total transparencia y eficacia.