La FED ya anunció antes del verano los detalles de este proceso que va a comenzar aligerar los 4,5 billones de dólares que tiene ahora en activos. A partir de octubre reducirá el balance en 6.000 millones de dólares en bonos del tesoro y 4.000 en MBS (Mortgage Backed Securities), es decir 10.000 millones al mes. Una cantidad que se incrementaría cada trimestre hasta alcanzar un máximo de 30.000 millones de dólares al mes en bonos y 20.000 en MBS a finales del cuarto trimestre de 2018.

Según los cálculos de Julius Baer  a este ritmo se tardarían más de tres años en que el balance la FED se situase cerca de los 2,5 billones de dólares, más de tres veces el tamaño que tenía en 2007. Por eso no creen que esta medida vaya a tener un efecto disruptivo, al menos en el mercado de bonos.

Los mercados han reaccionado tal y como podía esperarse. Las bolsas experimentaron caídas, aunque no pronunciadas y el EURUSD se situó por debajo de 1,19. Habrá que ver cómo se lo toman los inversores una vez que se hayan interiorizado las noticias durante las próximas sesiones, aunque parecen que la primera impresión es que la decisión y el tono del comunicado es más restrictivo del que se pensaba. No hay que olvidar que gran parte de la liquidez de los programas QE han terminado en la bolsa.

 

Balance de la FED

 

Durante la rueda de prensa Yellen ha querido dejar claro que este proceso será muy gradual y predecible. Y, además, ha insistido en que si la situación económica se deteriorara tanto como para necesitarlo, la FED no dudaría en volver a reinvertir el principal de los bonos que venzan, es decir, recurriría de nuevo a la expansión del balance.

En concreto, ha afirmado que “tenemos cierto espacio para actuar si las cosas van mal. Pero creemos que habrá más subidas de tipos en los próximos años, con lo que tendríamos más margen de maniobra. Pero si el shock fuera grande, reconocemos que no podríamos manejarlo solo con los tipos, habría que reiniciar la reinversión de los principales de los bonos que tenemos en el balance, es decir, volviendo a ampliarlo”.

Habrá una subida este año

La Reserva Federal mantiene los tipos de interés en el 1%-1,25%, aunque las proyecciones que hacen los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) prevén una subida más para este mismo ejercicio que podría producirse en diciembre.

Nada diferente a lo que había estimado el consenso en estas semanas.  Había dudas de si la autoridad monetaria modificaría sus proyecciones para los próximos meses, sobre todo en cuanto a los tipos se refiere, pero no es así. Si nada cambia, los tipos subirán este año una vez hasta el 1,4%.

Luke Bartholomew, gestor de inversiones de Aberdeeen Standard Investments, ha apuntado que “la Fed ha señalado firmemente que todavía está sobre la mesa un posible aumento de los tipos de interés en diciembre, pero será difícil para los inversores confiar en este pronóstico, ya que queda mucho tiempo para que la Fed cambie de opinión”.

En su opinión, “la Fed sigue creyendo que la baja tasa de desempleo se traducirá en un repunte de la inflación, pero si la inflación continúa subestimándose, es difícil que veamos a la Fed subir los tipos otra vez. En algún momento su fe en sus modelos seguramente será puesta en entredicho. Si miramos más allá de diciembre, la política es aún más incierta ya que habrá que esperar para ver a quién designa Trump para la Fed”, indica el experto

En 2018 se quedarán en el 2,1%, lo que implicaría otras tres subidas más, un mensaje quizá más duro del que esperaba el mensaje. Y para el año siguiente, los miembros de la FED sí han reducido sus proyecciones y consideran que los tipos quedarán en el 2,7%, frente al 2,9% que habían proyectado en junio.

Con todo, durante la rueda de prensa, la presidenta Yellen ha afirmado que “los tipos de interés no tendrán que subir mucho más porque el nivel de equilibrio de los tipos sigue bajo. Consideran que esto seguirá siendo así en los próximos años”.

Las subidas se apoyarían en una mejora de la economía. Si hasta junio esperaban que el PIB crecería este año un 2,2%, las nuevas estimaciones elevan la expansión economía de Estados Unidos este año hasta el 2,4%. Para el año que viene las estimaciones se quedan sin cambios.

En lo que no han realizado modificaciones es en las estimaciones de inflación para este año, que mantienen en el 1,6%. Eso sí, bajan la subyacente hasta el 1,5%, frente al 1,7% de junio. También se quedan sin cambios las proyecciones de desempleo, que se quedaría en el 4,3%.

 

Proyecciones

 

El famoso gráfico de puntitos sí que manifiesta que los miembros de la FED están menos de acuerdo en la evolución de los tipos, tal y como se puede ver en el gráfico, lo que podría indicar que cada hay menos entre el grupo de los más optimistas. De hecho, ya no hay ningún miembro que vea el precio del dinero ni en 2,75%, ni por encima del 3% en 2018, como ocurrió hace tres meses.

 

Gráfico puntos de septiembre

En su comunicado, la FED mantiene el tono de los anteriores y explica que mejora el mercado de trabajo, así como explica que la actividad económica ha comenzado a subir de forma moderada. Reconoce que el gasto de los hogares sigue creciendo de forma moderada, y como en otras ocasiones hace referencia a la mejora de la inversión de las compañías en bienes de equipo, que sigue creciendo.

Aunque apunta que la inflación continúa por debajo del 2% (en el 1,9%), considera que todo apunta a que las expectativas de inflación para el largo plazo siguen sin cambios.

 

Inflación EEUU

La FED ha hecho referencia a los huracanes que han arrasado parte de la geografía americana y aunque dice que tendrán su efecto en el corto plazo, no va van a alterar el devenir de la economía americana en el medio plazo. Cree, eso sí, que sus efectos sobre el precio de la gasolina alterará la inflación en el corto plazo y de forma temporal, aunque las previsiones a doce meses es que los precios sigan por debajo del 2% en el corto plazo, pero que consigan estabilizarse en torno a este nivel en el medio plazo.  Eso sí, el Comité manifiesta que sigue vigilando este punto con atención. Los precios le preocupan.

La decisión de mantener los tipos y reducir el balance ha sido unánime esta vez.