La selección española se dispone a revalidar por tercera convocatoria consecutiva su título como campeona del Continente, aunque no parta como la favorita. Al equipo nacional le faltan algunas de las estrellas que consiguieron coronarse como campeones en 2008 y el nefasto papel que hizo el equipo de Vicente del Bosque en el anterior mundial de Brasil hacen que no parta como favorito.
De hecho, esta misma semana los expertos de Goldman Sachs publicaron un informe en el que situaban a España como tercer candidato a hacerse con el trofeo, por detrás de Francia y Alemania. En concreto, la Roja solo contaría con de un 14% de oportunidades de coronarse como Campeón de Europa por cuarta vez en su historia. Francia es el favorito, según estos expertos, porque juega con la ventaja de estar en casa, lo que supone un plus.
Según David Levy, CEO de Diverinvest “a punto de empezar la Eurocopa, he intentado analizar los diferentes equipos, ver qué jugadores tienen y si están en forma, etc… y después de un profundo análisis, la verdad es que no veo ningún claro ganador. Creo que no hay ninguna selección con una estrategia clara y definida que presente buenos credenciales para alzarse con el preciado título. Y lo que es peor, el nivel de juego que vamos a presenciar apunta más al catenaccio que al ya olvidado tiki taka”.
Pero, ¿y si en lugar de hablar de jugadores, estadísticas y factor suerte hablamos de economía?
En este caso, las estadísticas no nos dan ninguna ventaja . La economía española es la cuarta más grande de la Eurozona, la quinta de Europa y la sexta de todos los países de los que juegan esta Eurocopa.
La economía de nuestro país, el PIB anual ronda 1,2 billones de euros anuales. Es la mitad de la francesa y solo una tercera parte de la alemana que bajo esta métrica no tendría rivales.
Los alemanes tienen un PIB per cápita de más de 37.100 euros; es decir, unos 14.000 más que los españoles que tocaríamos a 23.300 euros anuales.
Crecimiento del PIB
Hace solo unos años el presidente del momento decía durante una conferencia en plena crisis financiera mundial que los bancos españoles estaban en la Champions League de las finanzas. Solo unos años después el Estado tuvo que solicitar ayuda a Europa para rescatar a Bankia.
En los últimos meses no hemos dejado de escuchar que España es el país entre los grandes que más crece en Europa. No es mentira, pero lo que había que decir es que es Irlanda el que mayor tasa de crecimiento representa. España es en la actualidad el sexto país que más crece de todos los que nos enfrentamos en la Eurocopa, teniendo en cuenta que a Gales lo contamos como parte del Reino Unido, al menos mientras se celebra el referéndum del Bréxit y no se desencadena ninguna consecuencia no deseada.
Tampoco es España el país más grande por población. Es más, somos el único que en lugar de aumentar el número de habitantes decrece. Es decir, que entre los fallecidos y los que se marchan de vuelta a sus lugares de origen nosotros vamos reduciéndonos.
Si hablamos de desempleo, nos quedamos a las puertas de levantar la copa. Tanto que con algo más de un 20% de población activa nos quedaríamos como subcampeones en una modalidad en la que probablemente no nos gustaría participar. Solo Grecia está por delante de nosotros con algo más de un 24%.
Cuando hablamos de nivel de endeudamiento público, España acaba de pasar el 100% de su PIB recientemente, pero no es el más endeudado. De los grandes de la eurozona solo Italia está peor que nosotros, con más de un 130% de su economía comprometida financieramente.
Por cierto, si no han hecho las cuentas a finales del año pasado cada uno de nosotros debía algo más de 23.000 euros. Eso es lo que tendríamos que pagar para saldar nuestra parte de la deuda del país.
Es decir, que si juntamos todos los criterios económicos quizá el país que más posibilidades tendría de llevarse la copa sería Alemania, quizá seguido de Francia. Algo muy parecido a lo que prevé Goldman Sachs.
Eso sí, en un informe también reciente, los analistas de HSBC consideran que hay una oportunidad de jugar a los contrarians y esa sería la de apostar a Turquía. Es cuestión de probar.
Lo que está claro es que por fundamentales, la economía española volvería a caer bajo la maldición y no pasaría ni de cuartos.
