La renta variable europea está cotizando con descuento con respecto a su media histórica y, de cara a 2014, esperamos PERes de 12x. Está más barata comparado con otros mercados, como EEUU, Asia o Japón, esto supone una oportunidad para invertir porque el binomio rentabilidad/riesgo es más atractivo.
Además, estamos viendo una rotación de activos después de un mejor periodo para la renta fija y gracias a que está disminuyendo la aversión al riesgo.

Dentro de la renta variable europea, estamos más sobreponderados dentro de España, porque las cotizaciones son más atractivas y el posible crecimiento de beneficios de las compañías es mayores. En cambio, en Alemania la bolsa ya ha descontado esto y no vemos oportunidades allí.

Dentro de España estamos empezando a posicionarnos más en sectores cíclicos, ya que los datos macro muestran cierta aceleración de la economía. En este sentido, nos gusta la banca española, constructoras, concesionarias y sectores más cíclicos con compañías con exposición al exterior.

En España en el sector bancario nos quedamos con BBVA, porque nos gusta mucho su negocio en México, y Bankinter, porque tiene una mora inferior al sector.
Dentro del sector de concesionarias, nos quedamos con OHL, que ha sido muy penalizada, a pesar de que su negocio viene básicamente de Brasil.
También nos gusta Indra y valores de aeronáutica espacial.
Entre los valores más defensivos, nos quedamos con Dia

En cualquier cartera tiene que haber diversificación, por lo que, aunque sobreponderemos la renta variable, todavía vemos algo de valor en bonos corporativos europeos, que fueron penalizados en exceso.
En cambio, no vemos valor en bonos gubernamentales ni en bonos corporativos alemanes.

El índice bursátil que más ha subido en bolsa este año es el de Japón, por ello que los fondos de Invesco que más han subido son los referenciados a este mercado. Sin embargo, creemos que los efectos en la economía de los planes del primer ministro japonés ya están descontados, pero estamos positivos en este mercado porque se espera un crecimiento de beneficios para este año del 65%. Gran parte viene por la debilidad del yen y, si esta debilidad continúa, habrá crecimientos elevados de beneficios. Además, las valoraciones siguen siendo razonables –Japón aún no está caro- y, por otro lado, en Japón acaban de aprobar una especie de planes de pensiones, que se llaman “cuentas individuales de ahorro”, para los inversores nipones, lo que puede ser un catalizador para invertir en la bolsa japonesa.