La deuda española está en su mejor momento, tanto por la baja rentabilidad, como por el elevado apetito, y esta subasta no ha sido una excepción. El Tesoro sigue financiándose a niveles óptimos, pero creo que el recorrido que le queda es limitado.
De hecho, creo que la rentabilidad del
bono español a 10 años ha hecho suelo, como mucho, podría bajar a niveles de 2,7 pero, salvo que haya deflación y el BCE tenga que tomar medidas cuantitativas, el bono no tiene mucho recorrido a la baja. Aún así, estos niveles son increíbles, impensables cuando comenzábamos este mismo año.

El IPC español de abril subió hasta el 0,4%, desde el -0,1% del mes de marzo. Estos datos coinciden con lo conocido en las estimaciones anteriores y, además, en Francia el IPC se ha situado en el 0,8% y el de Alemania en el 1,3%.
La inflación en abril se ha incrementado y, además, la cercanía del verano hará que nos alejemos aún más de estas cifras por el turismo, sobre todo en los países de la periferia. Estos datos ya los conocía Draghi en la última reunión en la que dijo que iba a actuar, por lo que creo que en junio el BCE llevará a cabo medidas de tipo menor, como una bajada de tipos al 0,10%, pasar a negativa la tasa de depósitos o alguna medida que favorezca la financiación de bancos y, a su vez, la de las PYMES, como alguna barra de liquidez o la compra de algunos activos bancarios. La bajada del EURUSD de 1,40 a 1,37 ya anticipa estas medidas. Ahora bien, no sabemos la reacción que tendrá el mercado, pues quizás ya lo tenga algo descontado. Además, el proceso cuantitativo será relegado, está lejos y, deberían pasar bastantes cosas y que no funcionaran estas otras medidas para que se llevara a cabo.

En Bankia vigilaría los máximos del año en 1,61 euros porque, si supera estos niveles, sería una buena señal de compra porque subiría bastante en el corto plazo.

Nos estamos fijando en valores como Técnicas Reunidas, Acerinox, Red Eléctrica y valores cíclicos como Sacyr, Bankinter. Seguiríamos fuera de los blue chips. De hecho, Telefónica, BBVA e Inditex son la explicación de por qué el Ibex 35 no lo hace mejor que la bolsa italiana.