Futuros del petróleo sigue manteniendo una tónica negativa, que se agravó en la sesión de ayer, a la espera de novedades en el ámbito de la variante ómicron, de gran contagiosidad y ya casi predominante en toda Europa. Las dudas sobre la recuperación se ciernen sobre el mercado de esta commodity, con gran volatilidad y a la espera de concreción sobre el efecto real de estas nuevas mutaciones y registros a la baja con fuerte impacto.
Presión para un petróleo que también ha llegado del último informe sobre la Agencia Internacional de la Energía, el organismo dependiente de los países consumidores, de la OCDE, que indica que las previsiones en la demanda mundial de petróleo para lo que queda de año y 2022 son más bajas.
Sin embargo, en compensación, los datos semanales de reservas de petróleo en el primer consumidor mundial, Estados Unidos han mejorado, ante la mayor extracción de crudo. En positivo, pesa China, con la idea de limitar las emisiones de dióxido de carbono en lugar de reducir el consumo de energía para cumplir con los objetivos climáticos, que juega a favor del petróleo.
También las estimaciones para la OPEP+ por parte de los expertos, ya que se espera que aumente producción a 1,5 millones de barriles diarios en 2022 y a 900.000 en 2023, sobre todo por la demanda estadounidense.
En su gráfica de cotización vemos como tras las caídas de ayer superiores al 4% el recorte en las últimas cinco sesiones es del 5,3% para el barril Brent, con lo que marca su nivel más bajo en diciembre, con pérdidas que alcanzan ya en el mes precedente el 11,4% y en el trimestre, los retrocesos se colocan por encima del 5% ante la incertidumbre reinante. Esto minimiza las ganancias anuales que se colocan por encima del 36%.
Y es que, a pesar de las caídas basadas en la incertidumbre que estamos viendo en su precio, algunas firmas siguen apoyando firmemente un avance en su precio más allá de los niveles actuales. Es el caso de Goldman Sachs, que dibuja con mayor expectativa, precios del crudo que pueden escalar hasta los 100 dólares por barril en 2023.
Todo basado en que, como señala el responsable de investigación energética del banco de inversión estadounidense, Damien Courvalin, hay una oferta insuficiente frente a la elevada demanda que se presenta en el mercado, así que los precios del petróleo deben subir para superar el mayor coste de capital para financiar proyectos.
Consideran exagerada la caída que se han producido a cuenta de la variante ómicron y estiman probable que el consumo rompa récords en los próximos dos ejercicios a medida que el gasto público se siga implementando en la recuperación económica y también por efecto de la transición energética, de forma que ambos factores sigan presionando la demanda en los mercados de materias primas.
En lo que llevamos de mes es el segundo banco de inversión que eleva las expectativas del crudo como ya hiciera JPMorgan que coloca en 125 dólares a finales de 2022 su posible precio y más allá, hasta los 150 dólares por barril, en 2023.
En cuanto a los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión vemos que el petróleo se coloca en modo consolidación en el mercado, ligeramente a la baja en un punto, con 6,5 puntos totales de los 10 a los que puede aspirar esta materia prima. En negativo se mueve la tendencia a medio plazo, que es bajista, el momento total rápido que es negativo y el rango de amplitud a largo plazo que se muestra decreciente para el crudo.
Mientras, en la parte positiva destaca su tendencia, que se mantiene alcista a largo plazo, el momento total lento, que es positivo, el volumen de negocio que, en sus dos vertientes, tanto a medio como a largo plazo se muestra creciente y la volatilidad del petróleo, en su rango de amplitud, se muestra creciente a medio plazo.
