Es la pregunta del millón que sin embargo está remontando la incertidumbre que vivimos en marzo y que nos llevó al confinamiento severo. Ahora, tras comprobar que la segunda ola ha llegado antes de lo previsto, los distintos gobiernos intentan atajar el aumento exponencial que vuelve a registrarse a nivel global en los contagios, todavía sin la llegada de la gripe.
Sin embargo, lo cierto es que esta segunda ola es claramente diferente en muchos sentidos. Vivimos en recesión con esperadas peores cifras en algunos países en la recuperación, como en el caso de España y con la necesidad, por supervivencia económica, de evitar por todos los medios nuevos confinamientos estrictos porque podrían llevarnos a una debacle de dimensiones desconocidas.
En este terreno en España, con cada autonomía, se implementan distintas medidas para limitar el movimiento, desde la vuelta a fases anteriores, como en Asturias, el cierre de bares y restaurantes durante 15 días en Cataluña o el Estado de Alarma decidido por el gobierno en Madrid y otras ocho localidades de más de 100.000 habitantes. A esto se suman las mayores restricciones que llegan de Burgos, Melilla, Salamanca, Pamplona o León e incluso del País Vasco entre otros.
Mientras en el resto de Europa hay diferentes medidas. En Francia, de nuevo Estado de emergencia y toque de queda entre las nueve de la noche y las seis de la mañana en París y otras ocho ciudades galas durante cuatro semanas desde el pasado sábado.
En el Reino Unido, vuelta al nivel dos para Londres con mayores restricciones sin reuniones en hogares y cierres de pub y restaurantes a las 22.00 horas mientras la situación se complica al norte del país.
Y en Alemania, tras registrarse los peores datos de contagio diario durante la pandemia, se elevan las restricciones a la vida nocturna, solo con más de 50 casos por 100.000 habitantes con cierres a las 23.00 horas de los restaurantes, que sin embargo ha tumbado la justicia aunque Angela Merkel sigue recomendando a los ciudadanos que se queden en sus casas. Bruselas, la pasada semana urgía, por medio de la Comisión Europea, a tomar medidas para evitar un nuevo confinamiento, que sería letal para la economía comunitaria .
Los mercados ya están leyendo ese recrudecimiento de los contagios en Europa claramente en negativo, por tanto ¿Considera que son adecuadas las medidas divergentes que están implementando los políticos en los distintos países ?¿Cuáles creen que son más efectivas? O por el contrario ¿no se está controlando una pandemia que resurge con más fuerza a pesar de que las cifras de fallecidos son menores?
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