El fabricante alemán de productos de consumo y belleza Henkel, propietario de marcas como Loctite o Schwarzkopf, logró un beneficio neto atribuido de 447 millones de euros en la primera mitad de 2022, lo que representa un retroceso del 52,5% en comparación con el resultado contabilizado por la multinacional en el mismo periodo del año anterior tras el abandono de las operaciones en Rusia y Bielorrusia, además de las dificultades planteadas por el aumento de los precios de productos básicos.

Las ventas de Henkel entre enero y junio sumaron 10.913 millones de euros, un 9,9% por encima de la cifra facturada un año antes, mientras que en datos orgánicos el incremento fue del 8,9%, gracias al impulso del negocio de adhesivos, cuyos ingresos aumentaron un 15%, hasta 5.467 millones.

De su lado, las ventas del negocio de belleza sumaron 1.842 millones de euros, un 0,2% más que en la primera mitad de 2021, mientras que la facturación del segmento de hogar aumentó un 6,7% interanual, hasta 3.494 millones.

"En un entorno muy difícil, el desempeño de las ventas en los primeros seis meses superó las expectativas anteriores para todo el año, mientras que las ganancias se desarrollaron en línea con la guía de para el año fiscal 2022", declaró Carsten Knobel, consejero delegado de Henkel.

"Como era de esperar, nuestros resultados se vieron impactados sobre todo por el drástico incremento en los costes de materias primas y de la logística. Esto también se refleja en nuestra perspectiva actualizada para el año fiscal 2022", añadió.

De este modo, la multinacional ahora anticipa un crecimiento orgánico de sus ventas de entre el 4,5% y el 6,5%, cuando antes esperaba un aumento de entre el 3,5% y el 5,5%, incluyendo un crecimiento de entre el 8% y el 10% de las ventas del negocio de adhesivos, mientras que el área de belleza reducirá entre un 3% y un 1% sus ingresos, cuando anteriormente se esperaba una caída de entre el 5% y el 3%.

En el caso del resultado bruto de explotación ajustado, Henkel mantiene su previsión de un rango del 9% al 11% y sigue anticipando un retroceso de entre el 35% y el 15% del beneficio ajustado por acción.