El BCE ha mantenido el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito sin variación al 0,00%, 0,25% y -0,40%, respectivamente.

El Consejo de Gobierno continúa esperando que la inflación se mantenga en niveles actuales o menores durante un período prolongado y superen el horizonte de adquisición de activos netos.

La inflación, de hecho, ha sido uno de los puntos claves de la rueda de prensa de Draghi. El presidente de la autoridad monetaria no cree que los precios se estén acercando a sus objetivos de largo plazo. En cualquier caso, como explica Cárpatos en su sección, “el apunte que ha hecho acerca de que tienen dudas de que la inflación se esté acercando al objetivo es algo positivo para el mercado europeo, pues recuerden que el ratio riesgo/recompensa favorece Europa, así que cuanto más tiempo tengamos una política monetaria relajada, más favorable a las bolsas europeas”.

En cuanto a las medidas de política monetaria no normalizadas, el Consejo de Gobierno confirma que las compras de activos netos, a un nuevo ritmo mensual de 60 000 millones de euros, deberán ejecutarse hasta finales de diciembre de 2017 o, si es necesario, el Consejo de Gobernadores realizará ajustes en coherencia con su objetivo de inflación.Las compras netas se realizarán junto con las reinversiones de los pagos de principal de títulos vencidos en el programa de compra de activos. Si el panorama se vuelve menos favorable o si las condiciones financieras se vuelven incompatibles con nuevos avances hacia un ajuste sostenido en la inflación, el Consejo de Gobierno está dispuesto a aumentar el programa en términos de tamaño y / o duración.

Como no podía ser de otra manera, en la rueda de prensa se ha preguntado varias veces al presidente italiano si existe la posibilidad de que el BCE comience a subir tipos de interés antes de que finalice el programa de compras de activos. Draghi, sin embargo, no ha querido ser muy explícito y se ha referido a lo que dice el comunicado, que las dos medidas irán de la mano. Todo parece que esa opción no está sobre la mesa o que, al menos, el presidente de la autoridad monetaria no ha querido hablar sobre ella.

Ha recordador Draghi, eso sí, que el mandato del BCE no es el crecimiento, aunque ha reconocido que sus medidas están ayudando a que la economía se esté robusteciendo. Eso sí reconoce que existen riesgos, sobre todo desde el flanco de la geopolítica global. Y ha dicho que los problemas que se atistaban desde Europa son cada vez menores sin nombrar en ni un solo momento a Francia.

También se ha referido a Estados Unidos, ante las preguntas de la prensa. El presidente del BCE ha apuntado que es difícil hacer previsiones sobre el efecto de las políticas de Trump, teniendo en cuenta que aún no se conocen. A pesar del anuncio de las posibles líneas que van a seguir en la reforma fiscal del país.

Considera, no obstante, que el riesgo de proteccionismo se ha reducido y cree que los mercados están ajustándose a las nuevas perspectivas de lo que podría ser, al final, el resultado de unos estímulos fiscales quizá más bajos de los que se esperaban.

De nuevo, Draghi, ha querido reiterar la necesidad de los gobiernos por poner en marcha reformas fiscales. Una petición que el presidente de la institución realiza machaconamente en cada una de las ruedas de prensa.