MADRID, 08 AGO. (Bolsamania.com/BMS) .- La nueva reforma laboral traerá cambios importantes en los próximos dos años para impulsar la inversión y la actividad económica. A los ya conocidos, como la reducción general del IRPF para la mayoría de los contribuyentes, se añaden nuevas como las eliminaciones de algunas reducciones fiscales.Los mayores de 65 años afectados por el fin de la deducción ascenderá a 52.930 contribuyentes
Por ejemplo, la todavía ley vigente contempla tres colectivos que tienen derecho a una reducción fiscal complementaria y superior al resto de trabajadores. Se trata de los empleados que prolongan su vida laboral más allá de los 65 años, los trabajadores que padecen alguna minusvalía y los desempleados que encuentran un trabajo que les obliga a cambiar de residencia. Con la nueva reforma, el Gobierno suprimirá los beneficios para los mayores de 65 años que siguen empleados.

De esta manera, según recoge el diario Cinco Días, este segmento de la población será uno de los más penalizados por la reforma fiscal. Los afectados por esta medida ascienden a 52.930 contribuyentes, según los últimos datos de la Agencia Tributaria.

MÁS VIDA LABORAL, MENOS DEDUCCIONES
Por ejemplo, un trabajador de más de 65 años que hoy gane 35.000 euros tiene derecho con la ley todavía vigente a aplicarse la reducción por rendimientos del trabajo (2.652 euros) y la reducción por prolongación de vida laboral (otros 2.652 euros).
Tras descontar sus aportaciones a la Seguridad Social, la base liquidable asciende a 29.024 euros. A partir de 2015, estos contribuyentes solo podrán beneficiarse de la nueva minoración de 2.000 euros por gastos deducibles. La base liquidable aumentará hasta 32.328 euros.

COLECTIVOS MÁS BENEFICIADOS
Aunque los trabajadores que quieran o necesiten seguir trabajando más allá de los 65 años perderán la deducción extra, los otros dos grupos, aquellos que padecen minusvalías o los que cambien de residencia por motivos laborales, seguirán manteniéndolas.
En este sentido, los trabajadores inscritos en la oficina de empleo que acepten un puesto de trabajo que exija el traslado de su residencia habitual mantendrán una nueva reducción de 2.000 euros que se aplicarán todos los trabajadores en 2015 y que se multiplica por dos en el caso de parados que cambian su residencia por motivos laborales. Aunque la reducción fiscal disminuye (antes era de 2.650 euros), el efecto de la rebaja de tipos provoca que la factura tributaria global se abarate a partir de 2015 para este colectivo.
Para los trabajadores con discapacidad, se amplían las deducciones por movilidad reducida o por minusvalía superior al 65 y ascenderán a 3.500 euros y 7.750 euros, respectivamente.

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