La compañía ha tomado esta decisión después de que la administración de Barak Obama haya impedido que Pfizer pudiera trasladar la sede social de la compañía a Irlanda, que era uno de los objetivos de esta fusión. La operación intentaba reducir los impuestos desde el 25% que se paga en Estados Unidos a una media del 17-18% que se paga en irlanda.
El gobierno ha intentado evitar esta argucia fiscal que hubiera supuesto la marcha de una gran parte de compañías americanas a países con menor carga de impuestos.
Antes de conocerse esta noticia que publicado Bloomberg citando a varias fuentes cercanas a la operación, Allergan caía ayer casi un 15% en bolsa después de que los inversores temieran este final tras la aprobación de la legislación. La operación hubiera dado a la compañía conjunta presencia en una amplia gama de productos y medicamentos, desde Bótox a la viagra.
Por cierto, que no es la primera vez que Pfizer intenta esta operación, ya que ya lo hizo en 2014. Además, la farmacéutica también intentó hacerse con AstraZeneca ese mismo año, aunque la compañía británica rechazó.
Quizá la posibilidad de que Pfizer inicie una nueva ronda de búsqueda de objetivos es lo que ha llevado a que muchas compañías europeas del sector hayan reaccionado con subidas durante la sesión: Novartis, Roche, AstraZeneca o Shire. Unas subidas de las que no se están beneficiando ni Rovi, ni Almirall.