Primeros auxilios psicológicos

En el mundo de las inversiones y la gestión empresarial, tendemos a fijarnos en indicadores financieros, ratios de rentabilidad y métricas de crecimiento. Pero detrás de todo eso está un activo esencial e irremplazable: las personas. Garantizar su bienestar psicológico no es solo una cuestión ética, es una estrategia de resiliencia, continuidad operativa, fortaleza identitaria y generación de valor sostenible.

A pocos días de haberse conmemorado el Día Mundial de la Salud Mental (10 de octubre), conviene recordar que las organizaciones más sólidas no son aquellas que ignoran las crisis emocionales, sino las que desarrollan recursos para abordarlas con profesionalismo y humanidad.

Juan Carlos Fernández Arias, especialista en gestión de riesgos psicosociales en Quirónprevención, señala como las empresas que integran en su cultura la atención a la salud mental logran beneficios tangibles e intangibles: reducción del absentismo, menor rotación, aumento del compromiso y mejor clima laboral.

¿Qué son los primeros auxilios psicológicos en el entorno laboral?

Los primeros auxilios psicológicos (PAP) son un conjunto de intervenciones breves, humanas y estructuradas que pueden aplicar personas entrenadas (no necesariamente psicólogos), con el fin de:

  • aliviar la tensión emocional generada por un suceso crítico
  • disminuir los síntomas agudos de estrés
  • ofrecer protección y seguridad
  • facilitar la adaptación y derivación a recursos de apoyo especializados

Estos protocolos, explica Fernández Arias, no sustituyen una atención psicológica a largo plazo, pero son clave en la fase inmediata a la detección u ocurrencia de un hecho impactante para contener, proteger y acompañar a la persona trabajadora afectada, y generar un menor impacto en su entorno inmediato creando espacios de seguridad psicológica.

¿Por qué integrarlos en la estrategia de empresa?

Un evento traumático —como un accidente laboral, la pérdida repentina de un compañero o una crisis organizacional— puede generar impactos emocionales importantes. Contar con protocolos de PAPreduce el riesgo de efectos prolongados como el estrés postraumático, el deterioro del clima, la pérdida de recursos por bajas laborales o desvinculaciones, o la pérdida de cohesión interna.

Las empresas que cuidan el bienestar psicológico de su gente suelen ser vistas como entornos confiables y responsables. Esto atrae talento, mejora la percepción de marca y fortalece el vínculo con inversores y clientes, a la par que genera una mayor implicación de la persona trabajadora y una mejor imagen social.

La gestión emocional eficaz permite que los equipos se recuperen más rápido tras una crisis, minimizando el impacto en la productividad y la toma de decisiones.

Entrenar brigadistas emocionales, formar a líderes en escucha activa, y establecer redes internas de apoyo son acciones que construyen una resiliencia organizacional sostenible.

Claves de implementación

El especialista de Quirónprevención señala las siguientes fases para implementar los PAP en una organización:

  1. Diagnóstico inicial: identificar riesgos psicosociales y eventos críticos más probables.
  2. Formación de brigadistas emocionales: empleados preparados para intervenir en crisis breves.
  3. Capacitación de líderes: herramientas para detectar, contener y canalizar emocionalmente.
  4. Establecer “botiquines emocionales”: recursos tangibles y digitales para primeros auxilios emocionales.
  5. Protocolos de actuación y derivación: claridad sobre qué hacer, cuándo y con quién.
  6. Simulacros y entrenamiento continuo
  7. Evaluación posterior a intervenciones reales

Buenas prácticas: qué hacer y qué evitar

Evitar:

  • Frases como “no es para tanto” o “tienes que ser fuerte”
  • Interrumpir, minimizar o juzgar
  • Apresurar la conversación o forzar la expresión emocional

Promover:

  • Escucha activa y sin juicios
  • Validar emociones sin intentar resolver de inmediato
  • Acompañar sin invadir
  • Derivar a profesionales si la situación lo requiere

En un entorno empresarial cada vez más enfocado en la sostenibilidad y el valor humano, los primeros auxilios psicológicos son más que una herramienta de prevención: son una expresión concreta de liderazgo responsable y visión a largo plazo.

Como concluye Fernández Arias, “Invertir en herramientas emocionales es tan esencial como invertir en infraestructura: ambos sostienen la operatividad del futuro. Por eso, integrar los PAP en la estrategia de las organizaciones no solo reduce riesgos, sino que demuestra que el capital humano es algo más que un recurso: es el verdadero motor del crecimiento sostenible”.