El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado alza sus previsiones de crecimiento mundial para este año y el próximo, gracias a la disminución de las tasas arancelarias entre Estados Unidos y China, así como a la anticipación de intercambios comerciales para evitar restricciones y medidas de expansión fiscal en jurisdicciones importantes.

Mejora en las proyecciones macroeconómicas a nivel mundial

En su actualización estival, el FMI estima una desaceleración del crecimiento mundial, pasando del 3,3% en 2024 al 3% en 2025 y al 3,1% en 2026. Aunque estos valores están por debajo del promedio histórico de prepandemia del 3,7%, representan una mejora con respecto a las previsiones de abril.

La revisión al alza para 2025 se debe en gran medida a la concentración anticipada del comercio internacional antes de la entrada en vigor de aranceles, a un arancel efectivo mundial inferior al previsto ya una mejora en las condiciones financieras globales.

Tendencias en las economías avanzadas y emergentes

Las economías avanzadas experimentarán un crecimiento del 1,5% en 2025 y del 1,6% en 2026, con Estados Unidos liderando este crecimiento. Por su parte, la eurozona verá un crecimiento del 1% en 2025, impulsado por el sólido desempeño de Irlanda en exportaciones farmacéuticas a Estados Unidos.

En el caso de España, se espera que mantenga su posición como la economía desarrollada con mejor desempeño en 2025, con un crecimiento del PIB del 2,5%, que se moderará al 1,8% en 2026.

Perspectivas para economías emergentes y en desarrollo

El FMI prevé un crecimiento del 4,1% en 2025 y del 4% en 2026 para las economías emergentes y en desarrollo. China lidera este crecimiento con una expansión del 4,8% en 2025, impulsada por la reducción de aranceles con Estados Unidos.

India también muestra un crecimiento positivo, con proyecciones del 6,4% para 2025 y 2026, reflejando un entorno externo más favorable.

Riesgos y advertencias del FMI

El FMI advierte que los riesgos para las perspectivas económicas siguen siendo negativas, especialmente en relación con posibles tensiones comerciales que podrían desencadenar una escalada de medidas proteccionistas. La incertidumbre comercial actual podría afectar la actividad económica si no se llega a acuerdos duraderos.

Además, el FMI señala que las vulnerabilidades fiscales podrían tener un impacto significativo en los mercados financieros y la economía real, especialmente en economías con altos niveles de deuda pública como Brasil, Francia y Estados Unidos.