MADRID, 14 JUL. (Bolsamania.com/BMS) .- Alemania se proclamó ayer domingo campeona del mundo en el Mundial de la FIFA de 2014 después de ganar a Argentina con un gol de Götze en los últimos minutos de la prórroga. De esta forma, el conjunto germano refleja en lo deportivo la disciplina y efectividad de la que hace gala el país y culmina la trayectoria ascendente que ha emprendido en los últimos años.

Alemania supo aprovechar las oportunidades que Argentina le puso sobre la mesa para desbancar a España al frente del fútbol mundial. El país germano, que durante los últimos años ha ido escalando posiciones en las clasificaciones de la FIFA (la Bundesliga se sitúa tercera en el ranking después de adelantar a Italia y ponerse al acecho del campeonato inglés) materializa de esta forma una recuperación del prestigio del que siempre ha hecho gala y vuelve a llevarse un torneo internacional después de 24 años sin títulos.

La selección dirigida por Joachim Löw pudo meterse en serios problemas debido a fallos de la defensa y a la falta de implicación que trasmitían los jugadores en los primeros momentos del partido. Pero al final, la plantilla supo recuperar la concentración para vencer a una selección argentina que tuvo el mundial en su mano en una acción clara que falló Higuaín en la primera parte del partido.

Löw supo aprovechar los recursos de los que disponía para contrarrestar a un rival que no puso las cosas fáciles, pero que con el tiempo se acabó desmoronando. El buen hacer germano tuvo un peso determinante en el tiempo añadido, en el que Argentina se agarraba a la esperanza de que uno de los componentes del equipo, especialmente Lionel Messi, decidiese con un recurso que tenía que nacer de una acción individual al quedar cada vez más erosionado el juego colectivo.

En cambio, Alemania mantuvo el bloque en todo momento y siguió remando hacia adelante en un claro ejemplo de cómo se hacen las cosas en equipo. Además, los jugadores germanos, que estuvieron lejos del fútbol que han mostrado en otros partidos del torneo, suplieron el cansancio con una estrategia de juego de toque que les permitió ahorrar energía frente a un contrincante que se iba asfixiando con el paso del tiempo.

2-1 EN LA CUENTA PARTICULAR

El combinado argentino no supo aprovechar a su principal activo, Lionel Messi, y lo acabó pagando con la derrota que fija en 2-1 el duelo particular entre Alemania y Argentina. El equipo sudamericano, que en 1986 consiguió su segundo título al derrotar a los alemanes en la final, cayó derrotada frente al mismo rival en 1990.
De esta forma, Argentina ve como se le vuelve a escapar el título ante el mismo rival contra el que perdió la última final que jugó. Rival que, además, les eliminó en los campeonatos de 2006 y 2010.

Por otra parte, el torneo ha servido como puesta en escena de combinados que piden hacerse un hueco en la élite mundial , como Bélgica o Costa Rica, o como escaparate para las estrellas que deslumbrarán en el mundo del fútbol en los próximos años, en donde destaca el máximo goleador del torneo: James Rodríguez.

G.D.