El índice compuesto NYSE, que agrupa a todos los valores cotizados en la Bolsa de Nueva York, bajó 129,27 puntos (-2,37%) hasta 5.324,36 unidades.
Wall Street cerró, de ese modo, con sus principales indicadores en rojo ante el temor a que la economía mundial entre en recesión, después de que hoy se conociera que la de Japón ya se encuentra en esa situación, al igual que la zona euro y Hong Kong.
El Gobierno japonés informó hoy de que su economía se contrajo, entre julio y septiembre, un 0,4 por ciento en términos reales, la segunda reducción trimestral consecutiva.
Además, y según tres encuestas de economistas del sector privado divulgadas hoy, Estados Unidos está ya en "una recesión prolongada" que se prolongará hasta 2009 y estará acompañada por un aumento sustancial del desempleo.
Al pesimismo de Wall Street también contribuyó el anuncio de Citigroup de que eliminará 52.000 puestos de trabajo en los próximos meses.
Se trata del recorte más drástico de los anunciados desde que se desató la crisis financiera y el segundo más abultado de los últimos quince años en Estados Unidos.
Citigroup anuncia despidos
Las acciones de Citigroup bajaron hoy un 6,62 por ciento y cerraron a 8,89 dólares, frente a los 50 dólares que valían hace poco más de un año.
Los títulos de Goldman Sachs descendieron un 6,35 por ciento, hasta los 62,49 dólares, a pesar de que los siete principales directivos del banco de inversión han decidido renunciar a las primas que les correspondían para este año.
En cambio, los valores de General Motors subieron un 5,65 por ciento, hasta los 3,18 dólares, luego de que la compañía confirmara que venderá las acciones que tiene del fabricante japonés Suzuki, valoradas en unos 230 millones de dólares, para aumentar así su liquidez ante la grave crisis económica que padece.
La Casa Blanca insistió hoy en que cualquier ayuda que se otorgue a la industria automovilística estadounidense no debe salir, como piden los demócratas, de los 700.000 millones de dólares presupuestados en el plan de rescate financiero aprobado por el Congreso el pasado octubre.
Esa posible inyección de fondos para General Motors, Ford y Chrysler debería provenir de un programa de préstamos a cargo del Departamento de Energía para el desarrollo de vehículos que consuman menos combustible, apuntó hoy la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.
Por otro lado, los inversores conocieron hoy que la producción de las fábricas, plantas de servicios públicos y minas del país aumentó el 1,3% en octubre, por encima del 0,2% que esperaban los economistas.
En septiembre, la producción industrial había caído un 3,7%, lo que supuso la mayor disminución mensual desde 1946.
Las obligaciones a diez años subieron en el mercado secundario de deuda y su rentabilidad, que se mueve en sentido contrario, se situaba en el 3,67 por ciento, frente al 3,71 por ciento del cierre del viernes.

